La fiesta nupcial de una pareja en la ciudad española de Badajoz iba a la perfección hasta que apareció un grupo de inspectores de Hacienda acompañados por la Guardia Civil.
El 1 de junio de 2019 queda marcado en la mente de los novios, pues en esa fecha contrajeron matrimonio y en lugar de celebrar el día más anhelado de su vida vivieron su peor pesadilla.
“Somos de la Agencia Tributaria. Hemos venido a embargar su boda”, fue el mensaje tajante que recibió la novia por parte de uno los representantes del fisco.
Mientras, el novio pensó, en un primer momento, que la llegada de los inspectores de Hacienda era una “broma” que le jugaban sus amistades, como parte del festejo, sin embargo no fue así.
Los delegados aclararon que las acciones legales no iban en contra de los recién casados, sino de la empresa contratada para el servicio de banquete, la cual estaba en deuda con la Agencia Tributaria.
“El objetivo de los inspectores era averiguar cómo era su contrato con este negocio e interceptar el pago, es decir, que los novios le diesen el dinero a Hacienda para paliar la deuda fiscal” de la empresa, señala el periódico español Hoy.
Pero cuando todo parecía volver a la normalidad en la fiesta, agentes de la Guardia Civil que acompañaron a los inspectores interrumpieron a la novia en pleno baile para interrogarla, lo que causó la molestia del esposo, quien salió a insultarlos y a pedirles que abandonaran el lugar.
“Estás a tope de felicidad y te ponen en el infierno”, dijo el novio, quien reconoció y lamentó la reacción que tuvo con los agentes.
El incómodo procedimiento atrajo consecuencias nefastas en la celebración, ya que el descontrol provocó que no se repartiera el champán ni el pastel, así tampoco se entregaron los regalos de recuerdo que los novios habían comprado para sus invitados.
La situación continuó afectando a la pareja de recién casados, quienes estuvieron a punto de suspender su luna de miel “ante la preocupación” que los agobiaba.
Ahora el matrimonio ha contratado a un abogado para presentar una reclamación de responsabilidad patrimonial a Hacienda por los daños morales causados, según el medio local.
La pareja de 39 y 43 años llevaba junta diez años y tiene dos hijos pequeños. Hace más de un año decidió casarse e invertir sus ahorros en una boda especial en la que se reuniera su familia.