El gobierno de Guatemala comienza este martes un encuentro de diálogo con diferentes sectores para definir el presupuesto de 2021, detonante de las protestas que exigen la renuncia del presidente Alejandro Giammattei y cuya aprobación fue suspendida por el Congreso.
“El objetivo de la reunión es escuchar propuestas provenientes de las asociaciones, centros de investigación y academia para una readecuación del presupuesto”, indica la agenda de la cita en el antiguo palacio de gobierno.
En la reunión también participarán la cúpula empresarial, iglesias evangélicas y representantes de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala.
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Para el presupuesto 2021, de Guatemala, deben considerarse al menos cinco planteamientos técnicos-financieros expuestos por expertos, al medio guatemalteco La Prensa Libre, para establecer los ejes de gasto público en los cuales se debe contemplar sostenibilidad, planificación y buena administración de los recursos.
Varios sectores criticaron que el proyecto privilegiaba el desarrollo de infraestructura, para beneficio de las constructoras, mientras desestimaba el combate a la pobreza, que afecta al 59.3% de los casi 17 millones de habitantes, según cifras oficiales, así como la educación y la salud, cuando la pandemia deja más de 4,000 muertos y casi 120,000 contagios en el país.
Lo que conllevó la suspensión de la aprobación, que ahora los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar un nuevo presupuesto, según la ley. De lo contrario, seguirá vigente el que regía este año, por unos 10.390 millones de dólares.
En caso de que el presupuesto 2020 quede vigente, delegados del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Aseíes) y el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y otros expertos coincidieron en que al presupuesto actual se le deben ajustar los siguientes aspectos.
Reducción del déficit fiscal
Para el investigador del Cien, Jorge Lavarreda lo primordial es abordar el déficit fiscal que para el 2020 alcanzaría el 5.7 %, el cuál es el más alto y ha roto con los esquemas de otros años.
“El tema central es que se tiene que ajustar y nos inclinamos con un presupuesto 2021 con reformas más estructurales a mediano y largo plazo, pero siempre está la opción que el próximo año de hacer ajustes y dentro de las facultades del Congreso de hacer los cambios a solicitud del Ejecutivo. Ahora se tomará el tiempo para hacer los ajustes”, dijo Jorge Lavarreda.
En el 2020, el déficit fiscal aumentó en Guatemala debido a la emergencia por el COVID-19, así como por las medidas de política fiscal aprobadas por el Congreso en marzo y abril como la emisión de bonos del Tesoro, préstamos y ampliaciones presupuestarias, según información de La Prensa Libre.
Gastos injustificados
Los expertos sostienen que es necesario revisar las asignaciones de gasto como el que se otorga a los Concejos Departamentales de Desarrollo (Codedes) y otras áreas que no son emergencia, pero que están contempladas en el presupuesto, explicó el analista, Luis Linares López.
Para Linares “hay una partida de gastos en el presupuesto aprobado que es injustificada como en Codedes y un listado de oenegés vinculadas con políticos, que es parte de la molestia generalizada, y que ahora tendrá que hacerse una purga”.
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Ingresos no sobreestimados
Los analistas consultados por el medio guatemalteco enfatizaron en que se debe hacer una revisión minuciosa de los gastos y los ingresos tributarios, así como hacer correcciones para que los montos sean razonables y no tener un desfinanciamiento.
Pero también advirtieron que difícilmente se puede construir un escenario si no hay certeza de trabajar, tanto en el presupuesto vigente como el aprobado, o si se estructurará uno nuevo para el 30 de noviembre.
Normas de transparencia
El exfuncionario del Banco de Guatemala, Edwin Matul asegura que es importante establecer candados para “no desordenar” asignaciones, estableciendo normas de transparencia buscando la garantía del buen uso de los recursos.
Jorge Lavarreda dijo además que una de las deficiencias del presupuesto es que no tiene planificación y necesita cambios integrales.
Ajuste al techo y financiamiento
De quedar vigente el presupuesto 2020 deben realizarse algunos ajustes, ya que, pondría en problemas financieros al gobierno guatemalteco, aseguran analistas.
El investigador, Abelardo Medina Bermejo expuso que “ellos pueden correr con el tiempo. Si cuentan con voluntad política, pueden aprobar una nueva versión del presupuesto antes del 30 de noviembre”.
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Por su parte, Lavarreda dijo que “Es un escenario malo, hay una situación difícil y ojalá se pueda aprobar una versión que responda al contexto que se está viviendo, y habría que esperar los resultados de los análisis técnicos de las instituciones convocadas”.
El exfuncionario del Banco de Guatemala, Edwin Matul apuntó que “el tamaño del presupuesto aprobado la semana pasada es de Q99 mil 700 millones y el vigente es de Q107 mil millones y sube Q8 mil 60 millones, el déficit no se va a ir ni la pregunta de cómo se financiará eso”.
Siguen protestas
Aunque las manifestaciones han bajado de intensidad, dirigentes indígenas se congregaron este martes frente a Casa Presidencial, la antigua sede del gobierno y el Congreso, para exigir la renuncia del mandatario y los diputados.
“La manifestación pacífica es para rechazar los actos de corrupción, exigir la renuncia del presidente, la renuncia de los diputados y el cierre del Centro de Gobierno”, dijeron los dirigentes indígenas en un comunicado.
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El Centro de Gobierno es un “superministerio” creado por Giammattei y dirigido por un amigo personal suyo, que ha sido uno de los principales blancos de la inconformidad de los manifestantes.
En redes sociales circula otra convocatoria para este martes en la misma plaza para criticar que el mandatario “solo hablará del presupuesto” y no de la precaria situación que vive el país por la pobreza, la pandemia del coronavirus y el azote de los ciclones Eta e Iota que este mes dejaron una estela de muertos y desaparecidos en toda Centroamérica.