Ahora puedes cumplir tu sueño de vivir gratis en un paraíso y, además, recibir un salario por vivir ahí. ¡No, no es una broma!
Grecia se suma a la moda de regalar o vender casas deshabitadas a un precio simbólico para evitar que sus territorios queden desolados. En esta ocasión, la opción es la isla de Anticitera y cualquier persona o familia del mundo puede ser candidata para unirse al proyecto.
Un terreno, casa gratis y un apoyo económico de 500 euros mensuales ($555.00) durante los primeros tres años de estancia en la isla son los beneficios que se obtendrían.
El propósito es repoblar el lugar y evitar que quede en el olvido, el proyecto es una medida que decidió aplicar la Iglesia Griega Ortodoxa. El propósito es que las fabulosas casas y el lugar se erosiones hasta el punto de desaparecer por su falta de uso.
Anticitera es una isla situada a 45 minutos en avión desde Atenas y cuenta con muy pocos lugares para hospedarse, tiene un área de 20 kilómetros cuadrados y tiene una ciudad llamada Potamos. En la actualidad es habitada solo por 40 personas y el problema de la despoblación va en aumento, según publicación de Lonely Planet.
A pesar de ser una isla sencilla y de naturaleza virgen tiene todo lo necesario para tener una vida cómoda y feliz. La isla cuenta con una estación de energía propias y su propia fuente de agua potable y es el mejor paisaje para los amantes de la naturaleza.
Para aplicar y hacer realidad tu sueño de vivir rodeado de aguas cristalinas y un paisaje de ensueño solo debes de contactar a las autoridades al correo info@antikythera o al teléfono +30 2736033004.
Durante el invierno la isla se vuelve más hermosa, pero es un poco difícil vivir ahí, esto según Andreas Charchalakis, alcalde del lugar. No obstante, a pesar de la advertencia, muchas familias se han sumado y ya son parte del proyecto de repoblación.
La isla es conocida por ser el lugar de hallazgo del ordenador analógico con mayor antigüedad en la historia. “El Mecanismo de Anticitera, el cual se calcula haber sido construido entre los años 100 y 150 antes de Cristo, cuyo engranaje con un reloj y ruedas se destinada para predecir eclipses, posiciones astronómicas, órbitas e incluso, marcar los cuatro años en los que se llevaban a cabo las Olimpiadas”, se lee en la publicación.
