“Hay elementos que dejan entre ver” que estudiantes del profesor Samuel Paty decapitado el pasado viernes lo entregaron a cambio de dinero, dijo el ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer este martes.
Las declaraciones de Blanquer se dan luego de que se confirmaran cuatro capturas por este hecho. El funcionario añadió que de confirmarse esta información “sería de extrema gravedad”. Agregó en entrevista con la cadena BFMTV que con ello quedaría demostrada “la penetración entre los más jóvenes de una cierta visión del mundo” basada en el “islamismo fundamentalista” a través de las redes sociales y de ciertos organismos.
De acuerdo a las investigaciones, el autor del ataque Abdoullakh Anzarov, un joven de 18 años de origen checheno, llegó hasta la escuela localizada en la localidad de Conflans Sainte Honorine, a unos 30 kilómetros de París, sin conocer al educador. Se había dado cuenta a través de mensajes publicados en redes sociales sobre la polémica que se había generado entre padres de familia y el profesor luego de que este último mostrara una caricatura de Mahoma en su clase de libertad de expresión.
Una alumna que había sido sacada de la clase por mala conducta publicó un video en las redes denunciando al profesor de 47 años, asesinado a la salida de la escuela. El padre de la menor fue capturado luego del crimen para ser investigado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este martes a su homólogo ruso, Vladimir Putin, más cooperación en la lucha contra el terrorismo y contra la inmigración clandestina, cuatro días después de un atentado yihadista cometido por el joven checheno con estatuto de refugiado.
El Elíseo indicó en un mensaje que en una conversación Macron manifestó a Putin su deseo de “un refuerzo de la cooperación franco-rusa en el terreno de la lucha contra el terrorismo y la inmigración clandestina”.
El mensaje cobra un relieve particular cuando se sabe que el asesino del profesor es un checheno nacido en Moscú que llegó cuando tenía 6 años con su familia a Francia, que le concedió el estatuto de refugiado.
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Durante el fin de semana, la embajada rusa en París había insistido en que el crimen no tenía nada que ver con Rusia porque su autor no mantenía vínculos con ese país desde 2008.
Además, hizo notar que como Anzarov había obtenido el estatuto de refugiado como los otros miembros de su familia después de llegar a Francia, había perdido automáticamente la nacionalidad rusa.