“Fito”, el zapatero salvadoreño que ha dado clases a diseñadores de Nueva York

El originario de Mejicanos es un reconocido reparador, confeccionador y diseñador de calzado en el número 2736 al oeste del Bulevar Pico, Los Ángeles, Estados Unidos.

descripción de la imagen
Foto/ Aurelia Ventura (La Opinión)

Por L.Puente

2018-09-25 10:31:14

El salvadoreño, originario de Mejicanos, Adolfo “Fito” Vásquez emigró a Estados Unidos, en 1981, en busca de un mejor futuro y gracias al oficio de zapatero que heredó de su padre, ahora se ha convertido en un reconocido reparador, confeccionador y diseñador de calzado en el número 2736 al oeste del Bulevar Pico, Los Ángeles, Estados Unidos.

“Mi esposa y yo somos de un pueblo que se llama Mejicanos en San Salvador. Mi papá me enseñó el oficio. Él tenía un taller y a los 11 años comencé a aprender. De los siete hermanos fui el único al que le gustó el negocio de la zapatería”, contó el artesano al medio internacional La Opinión.

Según detalla el medio, Vásquez “llegó al país norteamericano cuando tenía 24 años , ya estaba casado con Blanca Vásquez y tenían dos hijos”

El salvadoreño pensaba que al emigrar tendría que dedicarse a otra actividad, pero no fue así.

“Yo llegué un jueves, descansé el viernes y el sábado ya estaba trabajando en una fábrica de calzado en Los Ángeles”, relata.

Foto/ Aurelia Ventura (La Opinión)

Ahí trabajó durante ocho años, pero su compromiso por crecer y darle una mejor vida a su familia lo impulsaron a abrir su propio taller.

Para 1989, el compatriota se encontraba abriendo  las puertas del taller de reparación de calzado “Fito’s Shoe Repair”.

“Este lugar ha sido una bendición. Aquí he estado desde entonces. De aquí ha salido para mantener el hogar y apoyar a mis hijos los más que se ha podido”, precisa.

Foto/ Aurelia Ventura (La Opinión)

Actualmente, “Fito” tiene tiene cinco hijos. La hija mayor tiene 44 años, y el menor 26.

Gracias a su dedicada labor, durante estos 52 años, tiene clientes de todas las razas, “americanos, morenos, armenios, coreanos y latinos”.

“Todo lo hace bien. Es demasiado dedicado. No le dice que no al trabajo”, comenta Blanca.

Además, ha sido un maestro de zapateros.

“En mi taller he enseñado y ayudado a más de 60 personas. De mi taller han salido 13 talleres más. He tenido el gusto de darle clases a los diseñadores de Nueva York”, dice.

Te puede interesar

La inspiradora historia de un médico de San Vicente que destaca en Inglaterra ¿cómo lo logró?

El carismático médico tomó la decisión de emprender su sueño cuando tenía 15 años de edad

Fito está convencido que su secreto para permanecer tantos años en el negocio es la constancia, la responsabilidad, la paciencia y la voluntad para hacer bien las cosas.

“Me han dicho los que saben que soy un master porque soy diseñador, alistador, ensuelador, hormador y mecánico de la maquinaría de calzado”, asegura al medio.

Aunque ninguno de sus hijos y siete nietos se dedican al negocio de la zapatería, él se encargó de que aprendieran cómo se da una buena puntada.

“Mis hijos de pequeños me ayudaban. Pero les dije que mejor estudiaran y se prepararan. Ya tengo un hijo que es militar, y todos trabajan y son independientes”, comenta.

A sus 63 años, asegura que seguirá trabajando de 9:00 de la mañana a 6:30 de la tarde “hasta que sus manos se lo permitan y no le tiemblen”.

Foto/ Aurelia Ventura (La Opinión)

Con información de ARACELI MARTÍNEZ ORTEGA, periodista de La Opinión