“Me dijeron que me fuera a la casa y regresara en 15 días”, familia de salvadoreños en EE. UU. relata su batalla contra el coronavirus

Tres miembros de la familia dieron positivo al COVID-19. Después de 18 días de aislamiento, dan gracias a Dios por haber superado la enfermedad. Y lo hicieron prácticamente sin ayuda del sistema de salud.

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Por Xiomara Alfaro

2020-05-24 12:02:55

Ester Guevara, de 47 años; y Alexander Flores, de 42, son una pareja de salvadoreños que llegó a Estados Unidos, por vías diferentes, hace más de dos décadas. Junto a su hija menor Sofia, de 15 años, son parte de los 1,613,476 casos confirmados de coronavirus en dicha nación. (dato hasta el 23 de mayo).

La familia Flores Guevara enfrentó los síntomas de la enfermedad prácticamente sin ayuda del sistema de salud. A finales de abril Alex, un técnico en aire acondicionado, empezó a tener calentura alta, dolor en el cuello y pérdida de sentidos como el gusto y el olfato, dolor de cabeza y náuseas por lo que visitó el Old Town Manassas Medical Center, un centro de salud en el estado de Virginia donde reside, para que le practicaran la prueba del COVID-19. El resultado: positivo.

El salvadoreño señala que tras la consulta médica, el personal de salud lo envió a su casa, días después por teléfono le fue notificado que era positivo, al mismo tiempo que le dieron algunas indicaciones como regresar a la unidad médica 15 días después y tomar una azitromicina cada 8 horas y Tylenol .

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Con los días, Ester su esposa, junto a sus hijos Sofía y Ricardo, de 16 años, decidieron someterse al test, pues la hija menor empezaba a presentar síntomas. Sofía había visitado al médico días antes por tos y gripe, pero le dijeron que era un proceso gripal, no obstante con el resultado de la prueba de Alexander optaron por pedir que les practicaran la prueba. Ester y Sofía también dieron positivo.

El miedo y la angustia se apoderó de esta familia, pues la madre padece de insuficiencia renal, y desde el 2012 debe someterse a diálisis tres veces a la semana. Aunque siempre ha sido una mujer fuerte y muy positiva ante las adversidades, hablar del COVID-19 era un tema inquietante.

Pese a su cuadro clínico y con la prueba del coronavirus positiva, Ester no presentó síntomas graves de la enfermedad. Mientras que Sofía tenía además fiebre y dolores de cabeza.

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Con mucha fe en Dios la familia optó por combatir los malestares sobre todo con medicina natural como el eucalipto, miel y limón, romero y ajo. Los médicos les recomendaron tomas muchas sopas y tés calientes.

“Fueron días bien difíciles, con duchas calientes trataba de bajarme el dolor del cuello y con Theraflu para la temperatura.

Perdí el apetito, ya no comía, todo me daba náuseas”, explica Alex Flores, un hombre de 42 años, originario del San Sebastián, en el departamento de San Vicente.

Ester se dedicaba a la limpieza de casas, hace varios años estableció su propio negocio donde empleaba a tres mujeres latinas, pero hace siete años y medio, a raíz de la insuficiencia renal tuvo que dejar su trabajo.

“A los tres nos dio diferente, a mí me dio por sudar mucho y dolor de cabeza, no me dio fiebre”, señala Ester quien ya fue sometida a cuatro pruebas del COVID-19 en el Fresenius Medical Care y todas han dado positivo. El miércoles le harán una quinta prueba y de ser negativa se someterá a un nuevo test hasta tener dos pruebas negativas.

“Nos hicieron la prueba con un hisopo de unos 10 centímetros que sentís que casi te llega al cerebro” comentó el hombre que luego de superar la enfermedad no pierde el buen sentido del humor.

Después de 18 días aislado en su casa, Alexander regresó a su trabajo.

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“Ya no tenía síntomas. El médico me dijo que no necesitaba hacerme la prueba de nuevo, que a los 14 días el virus muere y al hacerla siempre otra vez saldría positivo, pero que el virus ya no está activo. Me dijeron que ya podía presentarme a trabajar”, concluye.

Ester, por su condición de salud, continúa con chequeos periódicos. No obstante, se mantiene estable, al igual que Sofia.

Latinos los más afectado por el coronavirus

Estados Unidos se ha convertido en el país con más contagios del COVID-19 en el mundo, hasta el 23 de mayo, registraba 1,6 millones de casos positivos y supera los 90 mil muertos.

El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia con 358,154 casos confirmados y 28, 853 fallecidos; le sigue Nueva Jersey con 152,579 casos confirmados y 10,985 fallecidos. Otros estados con cifras alarmantes de contagios son Illinois, con 105,444 y 4,715 decesos, y Massachusetts, que ha reportado 90,889 positivos y 6,228 muertos.

Michigan (5,158), Pensilvania (5,010), California (3,660) y Connecticut (3,637) también están entre los que más muertos han registrado por la pandemia.

Un estudio en la ciudad de Nueva York determinó que el mayor número de afectados por la enfermedad son latinos.

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Según declaraciones anteriores del alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, muchos de ellos no pueden guardar cuarentena y se ven obligados a seguir trabajando. Otro grupo temen buscar asistencia médica por temor a una deportación.

La familia Flores Guevara sigue tomando todas las medidas se seguridad en su casa, pues aseguran que aunque ya no tienen síntomas temen contagiar a otras personas y que estas puedan presentar cuadros más graves.

“Nosotros que ya lo vivimos sabemos que esto es real y que todo lo que se dice sobre la pandemia es real, que todas las recomendaciones que se dan es una necesidad. A veces en los hospitales no quieren atender a los pacientes. Tenemos que tomar en cuenta todas las recomendaciones de prevención”, concluye Ester. “Sigo positiva pero no tengo síntomas, me siento bien”, agregó.

La familia salvadoreña acudió al centro de salud Old Town Manassas Medical Center, en el estado de Virginia, para que le practicaran la prueba del COVID-19.