Una familia de Wandiligong, en Australia, encontró en el patio trasero de su casa un cachorro herido y al ver que nadie lo reclamó, lo adoptaron y lo llamaron Wandi.
“No puedo decir si es un zorro o un perro”, escribió una integrante de la familia en una publicación de Facebook.
Tras la publicación, la mujer decidió llevarlo a un hospital para que le hicieran exámenes de ADN ya que nadie estaba seguro qué era el animal.
En el diagnóstico médico determinaron que Wandi pudo haber sido secuestrado y arrojado por un águila. En su cuerpo encontraron heridas como arañazos de alguna ave de rapiña con la intención de comerse al animalito, informó Infobae.
“Estaba muy relajado y feliz de ser recogido. Realmente muy lindo y era un poco flojo”, dijo la veterinaria Rebekah Day.
“No había evidencia de ningún otro dingo alrededor y tenemos algunas aves de rapiña grandes en el área. Hemos visto corderos y perros pequeños recogidos en ocasiones”, aseguró la veterinaria.
Tras el resultado de los exámenes, la familia se dio cuenta que el animal era un dingo, que es una subespecie de lobo propia de Australasia. Las pruebas determinaron que el animal “es un dingo 100 por ciento puro de las tierras altas de Victoria”.
Wandi ahora será parte de un programa de reproducción para salvar a las especies vulnerables de la Fundación Australiana de Digno, Lyn Watson. El lobo podrá proporcionar nuevos genes para aumentar la diversidad de los dingos puros.