Expertos encontraron una especie de monstruo del lago Ness

Encontraron un animal de cuatro aletas, con cuello de jirafa y con un peso de más de 15 toneladas.

descripción de la imagen
Lago Ness / Foto Por Pixabay

Por N. Hernández / Agencias

2019-06-15 10:13:47

Un animal de 12 metros de longitud y unas 15 toneladas de peso, de un cuerpo enorme, cuatro aletas y un cuello de jirafa nadaba hace unos 100,000 años los mares de la Antártida. Esta imagen es parecida a la idea que se tiene del monstruo del lago Ness y se tienen evidencias que realmente existió en otro lugar muy alejado del lago Ness. Así lo afirman investigadores argentinos, quienes han trabajado durante tres décadas por desenterrar el espécimen de elasmosaurio más pesado que hasta la fecha se conoce.

Los elasmosaurios son una especie de monstruos marinos del Cretácico que convivían con los dinosaurios. El equipo cree que este “Nessie” de la Antártida podría pertenecer al género de los Aristonectes, pero aún se necesitan más estudios para confirmar esta teoría y que incluso podría tratarse de una nueva especie.

“Durante años, fue un misterio… no sabíamos si era un elasmosaurio o no”, explicó José O’Gorman, paleontólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) que trabaja en el Museo de La Plata, cerca de Buenos Aires a National Geographic.

“Eran un tipo de plesiosaurios raros que nadie conocía”, afirma el principal autor del estudio donde se explica el hallazgo, publicado en la revista “Cretaceous Research”. Ahí se especifica que fue William Zinsmeister de la Universidad de Purdue quien descubrió el fósil en 1989, concretamente en la isla Seymour -al sur de la punta septentrional de la península antártica-. Como no tenía los medios para excavar el lugar, informó al Instituto Antártico Argentino, que se involucró en el proyecto.

Foto Pixabay

Tres décadas para desenterrarlo 

Como el equipo dependía de las escasas fuentes de financiación y del inestable clima, los trabajos de recuperación del fósil se demoraron hasta 2017. No se encontró el cráneo, pero sí gran parte del esqueleto. En él han podido observar algunas vértebras fusionadas, lo que indica que se trata de un animal adulto.

Y, aunque este “monstruo marino” era una bestia enorme, su cuello no era tan alargado como el de otros elasmosaurios encontrados, ya que poseía menos vértebras del cuello. Además, su localización encaja con el historial de sus familiares, ya que se han encontrado otros fósiles de elasmosauridos del Cretácico tardío en el hemisferio sur, incluida la Patagonia, la Antártida occidental y Nueva Zelanda.

Es probable que este recién descubierto Aristonectes haya comido con invertebrados, es decir, animales sin columna vertebral, como las medusas. El enorme tamaño de este espécimen indica que su ecosistema estaba floreciendo, por lo que probablemente vivía en un mundo repleto de posibles presas, explicó O’Gorman. Estas condiciones abundantes pueden haber durado hasta la extinción masiva que se produjo unos 30.000 años después (y que fue la causante del fin de los dinosaurios).

Ahora, el equipo se afana por llevar a cabo nuevos análisis de los restos hallados para poder saber más acerca de esta enigmática criatura.