La familia del doctor Ulrich Klopfer, quien murió el pasado 3 de septiembre, encontró el pasado jueves 2,246 restos de fetos médicamente preservados, informó la Policía del condado de Illinois, Estados Unidos.
Klopfer era considerado el médico abortista “más prolífico”, con decenas de miles de intervenciones realizadas, según el diario South Bend Tribune.
En 2016, el Colegio de Médicos le suspendió su licencia por una serie de infracciones, entre ellas, por no informar sobre los abortos practicados a dos adolescentes de 14 años.
Los restos de los fetos fueron llevados a la oficina forenses y las autoridades explicaron que no hay rastros de que Klopfer practicara los abortos en su casa. La familia del difunto fue quien informó a las autoridades sobre el hallazgo.
Los restos deberán ser enterrados o incinerados en Indiana, vecino estado de la ciudad de South Bend, donde ejercía Klopfer en la clínica Women’s Pavilion.
La política estadounidense, Jackie Walorski pidió a las autoridades estatales y federales que lleven una investigación completa sobre el caso.
Además, dijo que pedirá proponer una legislación federal relacionada con el procedimiento adecuado de los restos de un feto tras un aborto.
Tras el hallazgo surgieron diferentes opiniones. Para Jeanne Mancini, presidenta de la organización antiaborto “March of Life” esto es un recordatorio de que es “escandaloso” que los activistas pro aborto y muchos políticos defiendan cada vez menos las regulaciones sobre el procedimiento.