El siniestro plan de dos padres para asesinar a su hija
Los padres de Asunta tenían un perverso plan acordado para matarla, él iba a ser el encargado de drogarla para aturdirla y la madre se ocuparía de la asfixia. El caso de la niña conmovió a toda España.
Asunta nació en China, fue abandonada en un orfanato, pero a los 9 meses una pareja española la adoptó; 12 años después sus padres adoptivos la drogaron, asfixiaron y abandonaron su cuerpo a la orilla de una carretera.
La vida de la niña, quien era talentosa, inteligente y una excelente estudiante terminó el 21 de septiembre de 2014 en España, fue un sábado y faltaban nueve días para su cumpleaños número 13.
Sus padres, Rosario Porto Ortega, abogada de profesión, y Alfonso Basterra Camporro, periodista, fueron padres amorosos y ejemplares durante años y hasta la fecha no se sabe por qué asesinaron a Asunta.
Rosario había ido a los mejores colegios y había terminado su secundario en el Yago School, de Oxford, en Gran Bretaña. Completó su formación académica en la Universidad de Santiago, donde se especializó en leyes. Asistió al High School of Law, de Londres e hizo un posgrado universitario en París. En 1996, el año de su casamiento, regresó a su ciudad como experta en derecho internacional y empezó a trabajar en su propio despacho, en la zona más cara de Santiago. El 3 de marzo de 1997 fue nombrada Cónsul de Francia, representación que heredó de su padre. Ella venía de una familia de dinero, estaba acostumbrada a lujos y cuando su padre murió heredó toda su fortuna.
Alfonso era hijo del industrial Ramón Basterra Santos y de la ama de casa María José Camporro, y tenía dos hermanos. Su salario como periodista no era suficiente para dar las comodidades a las que estaba acostumbrada Rosario, pero aún así se casaron… claro, con el régimen de separación de bienes.
Asunta cursó sus estudios en el mismo colegio donde su madre estudió. Además, era hábil para aprender idiomas, estudiaba francés, inglés, chino. También tenía talento para el piano, violín y ballet. Le encantaba la pasta, los huevos y los embutidos.
El inicio de la tragedia
Después de la muerte de los padres de Rosario, con siete meses de diferencia entre cada fallecimiento, Alfonso descubrió que ella le era infiel y se separaron. La niña se quedó con Rosario, Alfonso estuvo con un tiempo con su familia y luego regresó para rentar un departamento situada a la vuelta del departamento de su exesposa y su hija porque no quería estar lejos de ella.
En junio de 2013 Rosario fue internada por un problema de lupus. Alfonso se hizo cargo de Asunta y pidió a Rosario que dejara a su amante, ella dijo que aceptaba, pero nunca lo dejó.
Cuando Rosario sale del hospital, vuelven a compartir tiempo los tres juntos como la familia ejemplar. Alfonso cuida esmeradamente de Asunta mientras Rosario continúa con las escapadas con su amante.