El Salvador fue catalogado entre los países con restricciones a la libertad de expresión y prensa en el Continente, durante la inauguración de la 76ª. Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La SIP, que reúne a los principales periódicos y otras publicaciones de Iberoamérica, escuchó las denuncias de los representantes de los países sobre el peligro en que se encuentran la libertad de expresión y la democracia en la época de pandemia.
“En estos 30 años hemos visto los ataques a la libertad de expresión en todo el Continente, y no he sentido un peligro tan agudo a la libertad de expresión de nuestro país como lo sentimos ahora”, declaró el director-editor de El Diario de Hoy, Fabricio Altamirano, representante de El Salvador y vicepresidente de Libertad de Expresión en el organismo.
El representante salvadoreño reportó también la creación de medios del Estado con financiamiento público, donde un medio escrito, creado por una sociedad anónima, está capitalizado por dos empresas del Estado que están fuera del alcance de la verificación de la Corte de Cuentas de la República, quien vigila el uso de fondos estatales.
Altamirano expuso también el uso de miles de troles evidentemente contratados desde el Gobierno, que están lejos del escrutinio público y que sirven para denigrar y atacar política y moralmente a voces de periodistas y personas que opinan en oposición al Gobierno.
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El informe de El Salvador ante la SIP da cuenta de que el régimen de Nayib Bukele se ha caracterizado en los últimos meses por el ataque frontal e intento de estigmatizar y acorralar a los medios informativos independientes y críticos, con hechos tales como el acoso fiscal contra El Faro, la pretensión de desacreditar a otros públicamente vinculándolos con partidos y refiriéndose de manera peyorativa y con lujo de prepotencia a comunicadores que lo cuestionan por la creciente corrupción, nepotismo y arbitrariedad.
Desde su asunción a la Presidencia, Bukele no ha dudado en hostilizar a los medios independientes en conferencias de prensa, mensajes en redes sociales y entrevistas en radio y televisión y ahora hasta por cadenas nacionales de radio y televisión, así como el retiro de la pauta publicitaria gubernamental para castigarlos.
Estos hechos marcan su escalada de autoritarismo y desconocimiento de instituciones garantes de la democracia y la seguridad jurídica, como la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, así como mantiene una permanente hostilización contra la Asamblea Legislativa, dice el informe.
La Asamblea fue inaugurada por el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen, quien firmó la Declaración de Chapultepec y la Declaración de Salta, que están enfocadas en la libertad de prensa y la era digital.
“Estar al servicio de la libertad de prensa y del periodismo investigativo no conlleva, como en otros países, un riesgo mortal, como también el peligro de ver medios clausurados porque incomodan al poder. El ecosistema digital ha generado nuevos espacios que empoderan a los usuarios para crear, difundir y compartir información. Todo ello contribuye a generar las aspiraciones de la declaración universal de los derechos humanos”, dijo Cortizo.
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