Una bodega ubicada en Indianápolis, EE.UU. fue el escenario de un presunto acto de racismo en contra de personas de origen hispano.
El hecho obligó a un grupo de constructores mexicanos a renunciar en masa, quienes se desempeñaban como montadores de molinos, soldadores e instaladores de cintas y transportadores, según el periódico eldiariony.com
Pero nadie estaba preparado para lo que vendría. Y es que el resto de trabajadores, en solidaridad con los hispanos, también renunciaron como muestra de una rotunda desaprobación a los actos racistas, hecho que no fue detallado por la publicación.
Antoine Dangerfield, un empleado de raza negra, logró grabar toda la situación. El clip se ha viralizado en las redes y lejos de haber quedado como héroe, Antoine fue despedido por captar las imágenes.
“No están mintiendo” se escucha decir a Dangerfield en el video que ya lleva más de 2 millones de reproducciones. Y continúa “ellos pensaron que iban a jugar con estos amigos (…) juntos se alzaron y ya se van”.
Tras la dramática experiencia, Antoine aseguró que valió la pena haber atravesado por esta situación que “le cambió la vida”.