La vida progresa incluso en lugares donde parece imposible que lo haga. Sin luz y sin apenas oxígeno, con una bajísima disponibilidad de nutrientes y soportando una presión gigantesca o una temperatura superior a la de la ebullición del agua, son las condiciones en las que todo un ecosistema vive oculto en las profundidades del planeta.
Sus habitantes, primordialmente bacterias y arqueas “zombis”, son fascinantes y muy numerosos. Constituyen una inmensa cantidad de carbono, uno de los componentes básicos de la vida, hasta 385 veces mayor que la masa de carbono de todos los seres humanos en la superficie.
Deep Carbon Observatory llegó a esa conclusión tras dedicar los últimos diez años a desvelar los secretos más íntimos de las profundidades terrestres, según detalla la publicación del medio ABC.
Los científicos de esta institución explicaron sus hallazgos con motivo de la reunión anual de la American Geophysical Union. Los descucbrimientos se lograron al perforar 2.5 kilómetros en el lecho marino y tomar muestras de microbios de minas y pozos continentales de más de 5 km de profundidad.