La administración del presidente Joe Biden, anunció que esta semana comenzará a recibir solicitudes de padres centroamericanos que desean llevar a sus hijos a Estados Unidos. Esta medida consiste en solicitar el ingreso de los menores sin que estos emprendan un viaje lleno de desaciertos e incertidumbre, en el que podrían perder la vida antes de cruzar la frontera.
Los funcionarios señalaron que esta decisión se basa en un programa de la anterior de la administración que busca ampliar la elegibilidad en el marco del Programa para Menores Centroamericanos (CAM, por sus siglas en inglés), dando una oportunidad a niños que se encuentran en riesgo en sus países de origen como Guatemala, El Salvador y Honduras para que viajen a Estados Unidos.
“La importancia de ampliar las vías legales y esta expansión del CAM es permitir que los niños soliciten el ingreso desde sus hogares en lugar de emprender un viaje migratorio peligroso e irregular” ampliaron los funcionarios.
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El programa CAM fue lanzado inicialmente en la administración Obama cuando se alcanzó una cifra histórica de niños no acompañados que habían cruzado ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México. De acuerdo con los datos oficiales entre octubre y julio el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de estadounidenses detuvieron a más de 113,000 niños migrantes no acompañados en la frontera sur.
Este lunes se registraron varias declaraciones judiciales por menores migrantes no acompañados quienes describieron las malas condiciones en las que habían sido retenidos en una instalación temporal de Texas, donde las autoridades les brindaron comida cruda, escasa atención médica y largos tiempos de espera en estas estancias supervisadas por el departamento de Salud y Servicios Humanos, quienes recientemente habían informado de una revisión en los centros de detención que albergan niños.
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Un vocero de dicha institución afirmó que se toman en serio las denuncias y que se encuentran trabajando para brindar los servicios necesarios.
El programa CAM ya había sido cancelado durante la administración Trump, tiempo durante el cual recibió constantes críticas por ser demasiado lento, tardando entre 12 y 14 meses en promedio, tomando en cuenta que la mayor parte de los casos que ahí se atienden son niños que buscan escapar de situaciones peligrosas.
A aproximadamente 3,000 casos fueron cerrados cuando se canceló el programa y durante reanudación de este en la administración Biden ya se volvieron a abrir 1,400 de estos casos, aunque todavía no ha llegado ninguno de estos menores.