Los demócratas han ganado la segunda elección en Georgia y se aseguran el control del Senado. Así, han consumado también su triunfo en las elecciones de noviembre pasado, donde Joe Biden resultó electo presidente.
El Partido Demócrata tendrá muy pronto el control de la Casa Blanca y las dos cámaras del Capitolio, lo que supone un duro golpe a los republicanos y la presidencia de Donald Trump.
Jon Ossoff, candidato demócrata, derrotó al senador republicano David Perdue y se confirma que el Senado queda 50-50. Con el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, el Senado estará en manos demócratas.
Ossoff derrotó a Perdue por unos 25,000 votos (0.56%) tras proyectarse el 98% del escrutinio, dijeron las cadenas NBC y ABC.
Su escaño y el de Raphael Warnock -cuya victoria se conocía en la mañana de este miércoles– devuelven el control del Senado al partido del presidente electo Joe Biden. Se trata de un vuelco histórico en el estado que dará mayor facilidad al mandatario entrante para aplicar sus políticas.
Biden gobernará con la mayoría de su partido en el Congreso.
Esto beneficiaría a Biden al nominar miembros de su gabinete, aprobar presupuestos y a su partido, avanzar piezas significativas de legislación.
“Georgia, muchas gracias por la confianza que han depositado en mí”, dijo Ossoff, quien sería el senador demócrata más joven desde… Joe Biden (en 1973).
Este miércoles, Joe Biden anunció que había llamado a Jon Ossoff y al pastor Raphael Warnock para felicitarlos y rendir homenaje a los votantes en Georgia, quienes dijo “transmitieron un mensaje rotundo”.
Tanto Ossoff como Warnock sacaron de sus escaños a sus respectivos competidores, David Perdue y Kelly Loeffler. Esta doble victoria demócrata solidifica también la transformación política del estado de Georgia, que muchos analistas y políticos vinculan en buena medida con el impulso de movimientos sociales y Black Lives Matter.