Kyle Rittenhouse mató a dos personas en las manifestaciones antirracistas en agosto de 2020 en el estado de Wisconsin, fue absuelto este viernes al cierre de un juicio que reveló las fracturas existentes en el país sobre las armas de fuego y el movimiento Black Lives Matter.
Los doce jurados declararon a Rittenhouse, un joven blanco de 18 años, "no culpable" de las cinco acusaciones que pesaban en su contra, incluyendo asesinato, en el cuarto día de sus deliberaciones.
Rittenhouse, que se enfrentaba a una pena de cadena perpetua, afirmó haber actuado en defensa propia.
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Mientras se leía el veredicto, sollozó antes de salir rápidamente de la sala del tribunal.
El presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, se dijo "preocupado y con ira". Pero, en un comunicado, pidió a los estadounidenses respetar la decisión del tribunal. "Llamo a todos a expresar sus opiniones pacíficamente, respetando las leyes".
Como medida de precaución, el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, pidió a 500 soldados de la Guardia Nacional que estén listos para intervenir. Biden ofreció el respaldo de las fuerzas federales.
El caso de Kyle Rittenhouse es de los más mediáticos ocurridos debido a las connotaciones de los fines progresistas de Estados Unidos. Para los seguidores de la izquierda cultural estadounidense las acciones de Rittenhouse demuestran el exceso de la cultura de las armas y del derecho a la autodefensa.
Seguidores de Black Lives Matter mencionan en Twitter, que "El sistema funciona exactamente como se supone que lo hace (...) para proteger la supremacía blanca". Aunque la mayoría del gobierno esté en manos de personas afines a los movimientos progresistas.
El 23 de agosto de 2020, la ciudad de la región de los Grandes Lagos fue escenario de revueltas luego de que policías hirieran gravemente a un joven negro, Jacob Blake, a quien dispararon por la espalda durante un intento de arresto.
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Rittenhouse, que entonces tenía 17 años, se dotó de un rifle semiautomático y se sumó a grupos armados que mencionaban que lo hacían para proteger los comercios de las revueltas de los manifestantes.
En circunstancias confusas cuando dos hombres arremetieron contra él con una patineta y una pistola, abrió fuego, matando a dos hombres e hiriendo a un tercero.
"No hice nada malo, solo me defendí", dijo el joven sollozando durante el juicio, y aseguró que disparó después de haber sido perseguido y atacado por los tres hombres, también blancos.