Kawasaki, la enfermedad en niños que está relacionando al COVID-19

Algunos expertos sostienen que los niños afectados pueden requerir ser hospitalizados en cuidados intensivos, apoyo cardíaco y respiratorio. 

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Imagen de Referencia Foto AFP

Por Vanessa Jurado/ Agencias

2020-05-06 1:21:22

En varios países como España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos se detectó un número muy limitado de niños, algunos de los cuales dieron positivo a la COVID-19 , con un estado inflamatorio grave, similar al que provoca la enfermedad de Kawasaki, un mal raro de causas desconocidas y que se está relacionando a la pandemia que sacude al mundo.

El síndrome Kawasaki, suele conllevar erupciones en todo el cuerpo, con fiebres muy altas y ampollas en la boca, un cuadro médico grave pero que es susceptible de ser tratado en la mayoría de casos.

El jefe del servicio de cardiología pediátrica del hospital infantil Necker de París, Dr. Damien Bonnet, destacó que si bien las causas de la enfermedad de Kawasaki son desconocidas, se sospecha que podría ser una “reacción inflamatoria desproporcionada a una infección banal”.

El especialista en enfermedades infecciosas en el hospital infantil Cohen’s Children de Nueva York, Sunil Sood, baraja así la hipótesis de que “el nuevo coronavirus desencadene la misma respuesta inflamatoria que la que otros virus provocan en la enfermedad de Kawasaki“.

Esta rara enfermedad puede presentarse en tres fases, según la Clínica Mayo.

En la primera etapa los síntomas puede ser fiebres altas por más de tres días, ojos extremadamente rojos sin secreción espesa, irritabilidad, erupciones en el cuerpo y genitales, labios rojos, secos y agrietados, lengua roja e hinchada.

En esta fase los ganglios linfáticos en el cuello o en otra parte del cuerpo se inflaman. También las palmas de las manos y plantas de los pies se ponen rojos.

Durante la segunda fase de este síndrome un niño puede presentar descamación en las puntas de los dedos de las manos y los pies, dolor articular, diarrea, vómitos y dolor abdominal.

En la tercera etapa los síntomas de la enfermedad comienzan a disminuir, aunque hay casos que podrían complicarse. Según información de la Clínica Mayo los niños pueden estabilizarse en 8 semanas.

Algunos expertos sostienen que los niños afectados pueden precisar internación en cuidados intensivos, apoyo cardíaco y respiratorio.