Residentes se despiden del equipo de asistencia médica de Chongqing el 23 de marzo. El personal de salud parte del condado de Yunmeng, en la ciudad de Xiaogan, en la provincia central de Hubei tras ayudar en la recuperación del coronavirus. Foto/AFP
“SÚPERCONTENTA”
“Es un buen momento para levantar el confinamiento”, dijo a la AFP Zhou, una habitante de Wuhan de 30 años.
“El número de nuevos casos está bajo control. Y además mucha gente bloqueada en la ciudad intentan salir desesperadamente para ir a su lugar de trabajo”, afirmó.
Las restricciones de desplazamiento ya habían sido levantadas progresivamente en la ciudad desde una visita en marzo del presidente Xi Jinping. Algunos habitantes pudieron así volver a trabajar.
“Espero que la gente volverá rápidamente a una vida normal”, indicó Jessica Xiao, de 34 años, que labora en las finanzas.
“Estamos muy agradecidos a estos héroes que estaban en primera línea”, manifestó en referencia a los médicos, los obreros y los miembros de las fuerzas de seguridad.
El fin del confinamiento también alegra a los chinos separados de su familia.
“Estoy súpercontenta. Voy a poder volver a ver a mis padres en Wuhan”, relató a la AFP Zoé Wang, de 35 años, una empleada de una compañía de seguros de Shánghai.
“Hacía más de 50 días que no podían salir de su edificio. Es un alivio porque se aburrían. Mi padre no paraba de preguntar ‘¿Cuándo terminará el confinamiento?'”, narró.
Por otra parte tres aeropuertos de la provincia volverán a abrir el miércoles aunque el de Wuhan continuará cerrado.
Otro signo de la vuelta progresiva a la normalidad es que la parte de la Gran Muralla china cercana a Pekín volvió a ser accesible este martes a los visitantes después de dos meses cerrada.
TEST OBLIGATORIOS
A nivel nacional el ministerio de Sanidad anunció el martes 78 nuevos casos de coronavirus, un aumento significativo en relación a los días anteriores. Sin embargo 74 de estos casos son de personas que venían del extranjero.
Muchas ciudades chinas, entre ellas Pekín, adoptaron reglas estrictas para poner en cuarentena a los que llegan de fuera.
Todos los vuelos internacionales con destino a la capital están obligados a hacer una escala en otro aeropuerto chino, donde los pasajeros se someten a exámenes médicos.
Además cualquier persona que llegue a Pekín tendrá que pasar un test a partir del miércoles.
Las autoridades siguen vigilando estos casos importados que podrían provocar una nueva ola de contagios. En total se registraron 427 de este tipo hasta ahora.
Sin embargo los extranjeros solo son una pequeña parte de esos casos (47), indicó el ministerio de Relaciones Exteriores.
Este martes se anunciaron otros siete fallecimientos, todos ellos en Wuhan.
China, con 80,000 casos y 3,277 fallecidos registrados, es el segundo país del mundo con más muertos por coronavirus, después de Italia.