Trombocitopenia inmune, un trastorno del que se desconocen las causas

Se desconoce cuáles son las razones que causan la enfermedad, en algunos casos puede durar meses y en otras puede volverse crónica. 

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Foto AFP

Por N. Hernández / Agencias

2021-02-17 9:58:03

Mientras el COVID-19 sigue cobrando la vida de miles de personas al rededor del mundo, los planes de vacunación siguen provocando expectativas. Pero también hay muchas dudas sobre la inmunización y los efectos de la misma.

Por ejemplo, algunas personas después de aplicarse la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 tuvieron problemas de salud que van desde moretones en brazos y piernas hasta úlceras en la boca. Este padecimiento en especial, los médicos lo han descrito como trombocitopenia inmune.

Este es un trastorno hemorrágico en el sistema inmunitario que destruye las plaquetas que son necesarias para la coagulación normal de la sangre. Las personas con la enfermedad tienen muy pocas plaquetas en la sangre. Esto puede ser ocasionado cuando ciertas células producen anticuerpos antiplaquetarios. Las plaquetas ayudan a que la sangre se coagule aglutinándose para taponar pequeños agujeros en los vasos sanguíneos dañados. Los anticuerpos se fijan a las plaquetas y el cuerpo destruye las plaquetas que llevan los anticuerpos, según publicación de Infobae.

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Hasta el momento se desconoce si esta irregularidad sanguínea está relacionada con las vacunas contra el COVID-19, pero en Estados Unidos se han detectado más de 30 casos con el padecimiento después de recibir la dosis contra el COVID-19. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, señalaron que estaban analizando los informes pero que, hasta ahora, parecía que la frecuencia de este trastorno en las personas vacunadas no era mayor a la frecuencia que normalmente se presentaba en la población norteamericana, así que tal vez podría ser una coincidencia. Se cree que, en general, las vacunas son inocuas. Existen reportes de algunas reacciones alérgicas graves pero tienen tratamiento y, según los reguladores, el porcentaje corresponde al reportado en el caso de otras vacunas.

James Bussel, hematólogo y profesor emérito en el Centro Médico Weill Cornell manifiesta: “creo que tal vez existe una relación, dado el bajísimo porcentaje de destinatarios de la vacuna con trombocitopenia, estoy suponiendo que hay algo que los hizo propensos a desarrollarla”, dijo.

El especialista dijo que era importante compartir información sobre los casos, puesto que la trombocitopenia severa puede ser grave y los médicos deben saber cómo tratarla. En algunos casos, la condición resiste a los tratamientos indicados y si el bajo nivel de plaquetas persiste el paciente corre el riesgo de sangrado excesivo e incluso hemorragia cerebral.

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El médico experto en trastornos de la sangre en la Universidad Johns Hopkins, Jerry Spivak, también dijo que la conexión con la vacuna parecía ser real pero pronosticó que los casos serían extremadamente raros y los calificó como “idiosincráticos”  y tal vez relacionados a ciertas características subyacentes de cada paciente. Los médicos aseguran que estos casos no son una razón para no vacunarse contra el COVID-19. El riesgo de que esta enfermedad se agrave es mucho mayor que el riesgo de desarrollar este raro padecimiento y las vacunas son fundamentales para controlar la pandemia.

La trombocitopenia inmune es una enfermedad autoinmune que afecta a cerca de 50,000 personas los Estados Unidos. Este padecimiento se desarrolla cuando, por razones que se desconocen, el sistema inmunitario ataca a las plaquetas o a las células que las producen. En ocasiones se presenta después de una enfermedad viral y puede durar meses o incluso volverse crónica y durar varios años. Por lo general, tiene tratamiento.