Hace un siglo un método funcionó para frenar la gripe española, hoy podría ayudar contra el coronavirus

La pandemia del COVID - 19 que amenaza al mundo puede parar con un estricto aislamiento social, según especialista.

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Por N. Hernández / Agencias

2020-03-25 2:56:07

El aislamiento fue la clave hace un siglo para evitar que una niña de tres años muriera de la temida gripe española.

Más de 500 millones de personas en todo el mundo adquirieron el virus de la gripe H1N1, la primera pandemia de este patógeno y la tercera más letal en la historia de la humanidad, ocurrió entre 1918 y 1919 y cerca del 27 % de la población se infectó.

Elino Miller tenía tres años en esa época, fue puesta en cuarentena en su habitación. No tenía ningún contacto con el mundo exterior, ni con sus padres y hermana mayor porque siguieron estrictamente las advertencias sobre evitar exponer a otros a la enfermedad. Una bufanda blanca colgada en la puerta de la casa fue la alerta para los vecinos de la localidad, la temible gripe española había llegado al lado norte de Chicago.

La pequeña niña desde su ventana veía el panorama que dejaba aquella peste. En su memoria quedó grabado el desfile de ataúdes de vecinos que un día estaban sanos y al siguiente iban camino al cementerio.

Las escenas impactaron tanto su vida que los relatos sobrevivieron durante años, hasta llegar a los oídos de sus nietas una y otra vez.

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Ahora, una de ellas, la doctora Kara Goldman de la Universidad de Northwestern en un artículo publicado por Stat News, relata que su abuela murió de 103 años, fue madre de tres hijos, conoció a tres nietas y cuatro bisnietos.

Logró vivir tanto años porque sobrevivió a la peste y eso fue posible solo al estricto aislamiento que su familia impuso, método que ahora podría frenar las infecciones y muertes causadas por la pandemia del COVI-19.

“La historia de mi abuela podría haber terminado de manera diferente. Ella sobrevivió para vivir una vida increíblemente larga y plena, al igual que su hermana y sus padres, porque eran inteligentes. A medida que la gripe se extendió por Chicago, practicaron el tipo de distanciamiento social y cuarentena que hoy se promueve activamente pero se implementa de manera inadecuada. Debido a su bufanda blanca y su precaución, se salvaron entre ellos y a sus vecinos, amigos y colegas, así como a sus médicos”, dice Goldman.

También, otro punto que destaca la especialista y cree que se debería de tener en cuenta ahora es la cuarentena domiciliar, pues Elinor no fue ingresada a un centro de salud repleto de personas infectadas en igual o pero condición que ella. La pequeña se mantuvo tan alejada de los sanos como de los enfermos.

Este método ha sido exigido recientemente por médicos italianos, pero las peticiones han sido ignoradas. Incluso, en El Salvador ha sido estrictamente prohibida por las autoridades de Salud.

Ahora solo queda esperar y comparar las estadísticas disponibles que dejará la pandemia del COVID – 19 y concluir con las disponibles de la gripe españolas, teniendo en cuenta que estas son solo estimaciones globales.

Otra de las diferencias de es el progreso del virus, el nuevo coronavirus no muestra ningún síntoma durante días y eso denota que no hay forma de saber quién está contagiado y “la única forma de protegerse a sí mismo y a los demás es limitar el contacto innecesario”, según la experta.

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Pero lo que inquieta y motiva su artículo no sólo es el recuerdo de su abuela, sino el temor de que si bien han pasado 100 años, las conductas de las masas en su país no reflejan el ejemplo de sus antepasados: “A pesar de que hemos tenido unos pocos meses para anticipar el desastre que se dirige hacia nosotros, en lugar de bufandas blancas y esfuerzos masivos para proteger a nuestros vecinos y comunidades, vemos la negación y las vacaciones de primavera”, dice haciendo referencia al período libre de los estudiantes universitarios en Estados Unidos, que por lo general viajan y tienen una vida social activa.

Aquí la firme conclusión del artículo de Goldman:

“Lo menos que cada uno de nosotros puede hacer es tomar una lección de generaciones anteriores: detener la propagación de Covid-19 al quedarse en casa. Hazlo por ti mismo, tu familia y tus vecinos. Hágalo por los vulnerables: aquellos con cáncer o que han tenido trasplantes de órganos, aquellos con enfermedad pulmonar, padres y abuelos ancianos, mujeres embarazadas, y la lista continúa.

Hágalo por aquellos que trabajan en hospitales y que cuidarán de usted y su familia si se enferma. Continuarán haciendo los trabajos para los que se han entrenado a pesar del hecho de que corren un riesgo particularmente alto de desarrollar casos severos de Covid-19, incluso aquellos que son jóvenes y saludables. Los trabajadores de la salud como yo queremos desesperadamente mantenernos saludables para que podamos seguir trabajando y cuidando a nuestros pacientes y nuestras familias.

Quédese en casa para que su nieto pueda algún día contar la historia de este momento crucial cuando las personas socialmente responsables, como usted, aplicaron las lecciones de quienes nos precedieron.

Y si está en casa con Covid-19, use su tiempo y su voz para abogar por la producción rápida de equipos de protección personal y suministros médicos para el personal. Luego ate una bufanda blanca a su puerta. No significa que te estés rindiendo. Todo lo contrario: significa que estás en plena lucha y enviando un mensaje a tu comunidad y al mundo de que todos estamos juntos en esto.

Foto Kara Goldman
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