Un recorrido por las mascarillas más peculiares del mundo

Un estudio mostró que las mascarillas médicas dan una mayor protección, mientras que los tapabocas de algodón y pañuelos de cuello no sirven de nada para evitar la transmisión del virus. La pandemia causada por el COVID-19 ha llevado a las personas a ingeniárselas, pero la creatividad no resulta ser muy útil a la hora de protegerse del virus.

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Una madre palestina entretiene a sus hijos con máscaras improvisadas hechas de repollo mientras cocina en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, el 16 de abril de 2020, en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19. Foto AFP

Por N. Hernández / Agencias

2020-08-18 11:33:17

La pandemia ha matado al menos a 754,649 personas en todo el mundo desde finales de diciembre, con casi 21 millones de infecciones confirmadas. Estados Unidos sigue siendo el país más afectado con al menos 167.253 muertos. Luego vienen Brasil (105,463 muertos), México (55.293), India (48.040) y Reino Unido (41.317, balance revisado a la baja por cambio de metodología en Inglaterra).

Expertos en salud pública determinaron que las mascarillas faciales son una herramienta clave para reducir la propagación del nuevo coronavirus, pero no todos los tapabocas son igualmente efectivos y algunos pueden ser incluso contraproducentes.

Un nuevo estudio clasificó 14 tipos de mascarillas comúnmente disponibles, y encontró que los barbijos médicos ofrecen una protección significativamente mayor contra la propagación de las gotitas que pueden trasmitir el virus que los tapabocas de algodón, mientras que los pañuelos de cuello no sirven de casi nada.

Una combinación de fotos muestra máscaras faciales protectoras de moda en exhibición en el estudio de sastrería de Wolfgang Schinke en Krefeld, Alemania occidental, el 22 de abril de 2020, en medio de la nueva pandemia del coronavirus COVID-19. Schinke creó una colección pequeña y muy exclusiva de piezas de alta costura por encargo en cooperación con su socio Pierre Zielinski. El diez por ciento de los ingresos se destinará al proyecto social ‘Krefelder Tafel’. Foto AFP

Los hallazgos publicados en la revista estadounidense Science Advances tienen implicaciones de política pública, en particular en países como Estados Unidos, donde las autoridades alentaron a la población a usar mascarillas de tela y dejar las de tipo médico a los trabajadores de la salud porque escasean.

Las mascarillas faciales son importantes porque entre el 30 % y el 40 % de las personas infectadas pueden no mostrar síntomas, pero aun así transmiten el virus sin saberlo al toser, estornudar o simplemente hablar.

Un niño palestino posa con una máscara improvisada hecha de repollo en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, el 16 de abril de 2020 en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19. Foto AFP

Para este estudio difundido el 7 de agosto, investigadores de la Universidad de Duke en Estados Unidos hicieron que varios participantes enmascarados hablaran en una habitación oscura en dirección a un rayo láser, mientras se filmaba la escena (la gente repitió: “Manténganse saludable, gente” y “Cuídense”).

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El número de gotitas que atravesaban el rayo fue analizado por computadora.

¿Cuál es la mejor mascarilla?

Como era de esperar, las mascarillas N95 reservadas para el personal hospitalario (el estándar estadounidense equivalente a FFP2 europeo) son las más efectivas, reduciendo la transmisión de gotitas en más del 99.9%, en comparación con el no uso de un tapabocas.

Las máscaras quirúrgicas o de polipropileno no se quedaron atrás, reduciendo la transmisión de gotitas en un 90% o más en comparación con quienes no llevaban barbijo.

Una bailarina con una máscara facial posa para un retrato durante una transmisión en vivo que reemplaza el tradicional festival folclórico de Boi-Bumba, cancelado en medio de la nueva pandemia de coronavirus en Parintins, estado de Amazonas, Brasil, el 27 de junio de 2020. Parintins es conocido internacionalmente por su festival de folklore Boi-Bumba, que tiene una duración de tres días a fines de junio y cuyos temas, disfraces y canciones se basan en las culturas indígenas de la selva amazónica. Foto AFP

Los cubrebocas faciales de algodón proporcionaron una buena protección, eliminando del 70% al 90% los aerosoles del habla normal, según la cantidad de capas y pliegues.

Pero las pañoletas solo redujeron las gotitas esparcidas en aproximadamente un 50%.

La peor de las 14 mascarillas probadas fue el pañuelo de cuello, del tipo que usan los corredores: esta tela en realidad aumentó la cantidad de gotas expulsadas, posiblemente porque el material contribuyó a dispersar las gotas más grandes en muchas más pequeñas.

Un cliente prueba una mascarilla hecha a mano con hilos de oro en una joyería en el área de Chandkheda en Ahmedabad el 11 de agosto de 2020. Foto AFP

Finalmente, las máscaras N-95 con válvulas redondas, diseñadas para entornos industriales donde la exhalación del usuario es menos importante que la inhalación, funcionaron aproximadamente a la par que las mascarillas de algodón en términos de cantidad de gotitas transmitidas.

Las autoridades sanitarias han desalentado el uso de las máscaras N-95 con válvulas porque, si bien protegen al usuario, esparcen más fácilmente el aire contaminado exhalado por una persona.

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El coautor del estudio, Eric Westman, dijo que esta información ya había servido para evitar la compra masiva de un tipo de mascarilla que él y una organización local sin fines de lucro habían planeado distribuir de forma gratuita en Durham, Carolina del Norte, donde tiene su sede la universidad.

“La noción de que ‘cualquier cosa es mejor que nada’ probó no ser cierta”, dijo.

El fotógrafo de moda brasileño Marcio Rodrigues luce una máscara hecha con botellas, latas y cajas reciclables luego de más de 20 días en los que no se recolectaron estos elementos de basura por la cuarentena impuesta para controlar la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19), en Belo Horizonte , Brasil el 11 de abril de 2020. Marcio Rodrigues hará un traje con basura reciclable si continúa la cuarentena. Foto AFP

 

Esta combinación de imágenes creadas el 11 de abril de 2020 muestra al fotógrafo de moda brasileño Marcio Rodrigues luciendo una máscara hecha con botellas, latas y cajas reciclables luego de más de 20 días en los que estos artículos de basura no fueron recolectados debido a la cuarentena impuesta para controlar la propagación de la nuevo coronavirus (COVID-19), en Belo Horizonte, Brasil. Marcio Rodrigues confeccionará un traje con basura reciclable si continúa la cuarentena. Foto AFP

 

Un hombre usa una mascarilla como medida preventiva contra la propagación del nuevo coronavirus, COVID-19, en el mercado Central de Abastos de la Ciudad de México, el 10 de junio de 2020 durante la pandemia del coronavirus COVID-19. La Central de Abastos (CEDA), el vasto mercado mayorista de la Ciudad de México que presume de ser uno de los más grandes del mundo, ha detenido su frenética actividad las 24 horas del día para frenar la amenaza del nuevo coronavirus. Foto AFP