Trabajadores con trajes especiales para evitar el contagio del coronavirus durante los trabajos de limpieza del metro de Seúl (Corea del Sur). Foto EDH/ AFP
En la capital, Seúl, comenzaron a operar centros en los que la población puede someterse a las pruebas del virus sin salir del auto. Allí, los trabajadores, vestidos con trajes de protección blancos de pies a cabeza, se inclinaban sobre los vehículos con hisopos bucales, una medida que busca limitar el contacto con posibles portadores de la enfermedad. Los soldados se desplegaron por toda la ciudad para rociar calles y callejones con desinfectante.
El número de víctimas mortales en el país aumentó a 28, y el presidente, Moon Jae-in, quien calificó el brote de una grave situación, apuntó que su gobierno presionará para inyectar más de 30 billones de wones (25.000 millones de dólares) para financiar clínicas, ayudar a pequeños negocios y otras medidas relacionadas con el virus. Esta iniciativa necesita la aprobación del parlamento.
En China, el conteo de nuevos casos volvió a bajar el martes, con apenas 125 nuevos contagios, la cifra más baja en seis semanas. Pero el gigante asiático sigue siendo de lejos la nación más afectada, con un total de 80.151 enfermos y 2.943 muertos. El virus se ha detectado en al menos 70 países con 90.000 casos y 3.100 víctimas mortales.
El embajador de China en Naciones Unidas dijo que el país estaba ganando su batalla contra el COVID-19.
No estamos lejos de la victoria, declaró Zhang Jun.
En Irán, tras restar importancia al brote la semana pasada, la preocupación se extiende al liderazgo del país y algunos de sus miembros contrajeron el coronavirus. El líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, llevaba guantes desechables durante un acto en el que plantó un árbol por el Día del Árbol, que se celebrará pronto.
“Todo lo que ayude a la salud pública e impida la expansión de la enfermedad es bueno, y lo que ayude a extenderla es pecado”, dijo Jamenei el martes.
En Italia, el número de casos positivos siguió subiendo hasta los 2.036 y las autoridades explicaron que podrían tardar hasta dos semanas en saber si las medidas adoptadas, incluyendo la cuarentena decretada en 11 poblaciones del norte, estaban funcionando.
Más de 90.000 personas se han infectado en todo el mundo y 3.100 fallecieron a consecuencia del virus.
La enfermedad está presente ya en al menos 70 naciones. Ucrania fue la última en unirse a la lista al reportar su primer caso.