Los pasajeros se ven a bordo del crucero Zaandam, el navío afectado por el coronavirus. Foto/AFP
Cientos de pasajeros aparentemente saludables fueron entonces transferidos al “Rotterdam” y ambos barcos recorrieron el Canal de Panamá durante el fin de semana rumbo a Fort Lauderdale, 50 Km al norte de Miami, adonde podría llegar el miércoles de noche o el jueves.
Pero las autoridades de Fort Lauderdale rechazan la idea y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, afirmó el lunes que no quería que las personas contaminadas de los barcos fueran “desechadas” en este estado del sureste y ofreció en cambio enviar personal médico.
Su principal argumento es que los condados de Miami y Broward, donde está Fort Lauderdale, concentran el 60% de los más de 6,000 casos de coronavirus del estado y necesita los equipos hospitalarios para atender a sus residentes.
El estado no puede permitirse “que personas que ni siquiera son de Florida sean desechadas aquí al sur de Florida para que usen nuestros valiosos recursos”, dijo DeSantis.
El síndrome “no es mi problema”
Entretanto, William Burke, vicepresidente de la corporación Carnival -que opera Holland America-, exponía este martes frente a la Comisión del Condado de Broward una propuesta de plan de acción para el eventual desembarco de pasajeros y tripulantes.
Propuso trasladar en vuelos a Europa y a la costa oeste de Estados Unidos a los viajeros que no presentan síntomas, muchos de los cuales viajan actualmente en el “Rotterdam”, y continuar atendiendo a bordo del “Zaandam” a los que están enfermos, hasta que se recuperen.
“Tenemos varios ventiladores, oxígeno extra, tenemos el equipo adecuado”, dijo a los comisionados. Señaló que también cuenta con médicos y enfermeros.
Añadió que se habían hecho 11 pruebas de coronavirus, de las cuales 9 dieron positivo. Hasta el momento, hay cerca de 200 pasajeros y tripulantes en el “Zaandam” con síntomas parecidos a los de la gripe.
La Comisión del Condado de Broward -al que pertenece Fort Lauderdale- está en sesión y decidirá si autoriza el amarre de los barcos supuestamente este martes, junto a un comando unificado compuesto por varias agencias.
Las autoridades del puerto escribieron el martes que trabajan junto a Holland America en el diseño de este plan de acción.
“El barco no podrá entrar a aguas estadounidenses hasta que el plan sea entregado y aprobado. Nuestra prioridad es garantizar la seguridad de la comunidad local, los pasajeros y la tripulación”, informó Port Everglades en un comunicado.
En los dos barcos hay 1,243 pasajeros y 1,247 tripulantes, detalló Ashford.
“Estamos lidiando con un síndrome de ‘no es mi problema’. La comunidad internacional, consistentemente generosa y servicial frente al sufrimiento humano, se cerró al ‘Zaandam’ y lo dejó a su suerte”, escribió Ashford.
El “Zaandam” zarpó de Buenos Aires el 7 de marzo con unas 1,800 personas de múltiples nacionalidades a bordo hacia San Antonio, en la costa central de Chile.