La congresista Norma Torres, de origen guatemalteco y representante del Distrito 35 del estado de California, en Estados Unidos, hizo importantes revelaciones en un texto publicado por el periódico Los Ángeles Times, en el que habló acerca de su camino en la política estadounidense y sobre los enfrentamientos que tuvo en Twitter con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, entre otras cosas.
El texto hace un recorrido por la trayectoria de Torres, quien según sus declaraciones al medio, llegó en los años 70, y con solo 5 años de edad, a tierras californianas, donde se asentó con un familiar luego de salir huyendo de su natal Guatemala, país que se encontraba envuelto en una cruenta guerra civil, donde sobrevivió tiroteos y hasta un intento de secuestro.
Esos aspectos son los que la han llevado a ser una de las voces más críticas dentro del Congreso de Estados Unidos, desde donde ha cuestionado a los líderes centroamericanos; ha calificado al gobierno de Juan Orlando Hernández, en Honduras, como un "narco-gobierno" e, incluso, ha provocado el enojo de Nayib Bukele, a quien llamó "dictador narcisista interesado en ser genial" en un tuit publicado el 1 de abril en su cuenta oficial de Twitter.
Como resultado de su afirmación, misma que acompañó con la imagen de un padre salvadoreño y su hija fallecidos en la frontera en 2019, Bukele inició una campaña de ataques mediáticos contra la congresista, misma que se replicó en miles de sus seguidores que llenaron la cuenta de Torres con mensajes de odio, amenazas, insultos y la petición de Bukele para que los centroamericanos en California no voten por ella en las próximas elecciones del Congreso.
Otro de los ataques que recibió la congresista fue las múltiples llamadas que caían en los teléfonos de su oficina, mismas que buscaban saturar las líneas y no le permitían a ella ni a su equipo poder hablar con las personas que intentaban comunicarse con la oficina.
Por ello, y por el temor a que esos mensajes de odio de parte de los seguidores de Bukele se conviertan en acciones violentas concretas, Torres afirma que duerme cerca de una pistola 9 mm cerca de su cama, según recoge el periódico angelino.
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Otra de las críticas que ha vertido la congresista sobre Bukele fue por un contrato por 1.2 millones de dólares con la agencia Arnold & Porter que firmó el presidente salvadoreño para que esta se encargara de incidir en una negociación de préstamo ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“En lugar de gastar millones de dólares en un cabildero para el control de daños, Nayib Bukele debería usar esos dólares para compensar el costo de la vivienda y alimentar a miles de niños inocentes que huyen de la corrupción y la violencia de las pandillas en El Salvador”, escribió la congresista en esa ocasión.
Norma Torres arropada por el Congreso
Tras los diversos ataques mediáticos que Bukele incitó en Twitter contra Torres, varios miembros del Caucus Hispano del Congreso de Estados Unidos, que agrupa a 37 legisladores, condenaron los hechos y afirmaron que el mandatario había intentado incidir de manera directa en las elecciones del Congreso, realizadas a la mitad de los mandatos presidenciales.
A raíz de esa interferencia, durante la audiencia llevada a cabo el pasado 14 de abril por la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, en la que se evaluaron las causas de la inmigración desde el Triángulo Norte, Albio Sires, representante del Distrito 8 de Nueva Jersey, advirtió al presidente Nayib Bukele que, de continuar interfiriendo en las elecciones de Estados Unidos, sería “enfrentado como una amenaza a la Seguridad Nacional”.
Congresista a Bukele: “Será enfrentado como una amenaza a la Seguridad Nacional de EE.UU. si continúa interferencia en elecciones”
La audiencia se realizó días después de que el enviado especial de Joe Biden al Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga, visitara tierras salvadoreñas para reunirse con distintos sectores, entre los cuales se contemplaba una reunión con el presidente salvadoreño, sin embargo, no pudo concretarse.
“En las últimas semanas, funcionarios del gobierno salvadoreño han intentado desacreditar a miembros del Congreso de los Estados Unidos. Desafortunadamente, esta campaña para manipular la percepción pública ha sido apoyada por millones de dólares en pagos a cabilderos”, agregó Sires durante la misma audiencia.
Las críticas y cuestionamientos de los congresistas, incluyendo Norma Torres, hacia el gobierno de Bukele, aumentaron luego de los hechos ocurridos el pasado 1 de mayo, cuando los diputados oficialistas de la nueva Asamblea Legislativa destituyeron a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al Fiscal General.
Dicho golpe al Órgano Judicial despertó las alarmas en distintos sectores de Washington, tanto en el Congreso como en el Gobierno central, donde reaccionaron altos funcionarios, como el secretario de Estado, Antony Blinken, o la misma vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris. Ambos mostraron preocupación por la separación de poderes en El Salvador, y afirmaron que el respeto al poder judicial es algo crucial en las democracias.
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La última reacción de la congresista Torres sobre el acontecer de la política exterior de El Salvador fue el pasado 21 de mayo, cuando la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) decidió retirar la asistencia financiera que otorgaba a distintas instituciones del Gobierno salvadoreño.
"Aplaudo esta decisión de Samantha Power para desviar la asistencia financiera de USAID al gobierno salvadoreño. Mi postura al respecto es clara: ningún financiamiento parte de EE.UU. debe ir a los gobiernos que permiten la corrupción y debilitan la democracia", escribió la congresista, y sentenció: "Estos fondos deben ser dados a los grupos de la sociedad civil que realmente ayudan al pueblo".