Un caso que sacudió a la comunidad de profesionales de la salud en Estados Unidos fue cuando descubrieron a un enfermero de Texas que había estado inyectando aire a pacientes que se encontraban en recuperación tras ser operados del corazón.
Tras una investigación, las autoridades encontraron culpable de asesinato a William George Davis, de Hallsville. El jurado del condado de Smith tomó un largo tiempo para deliberar antes de declararlo culpable, y ahora los fiscales planean pedir la pena de muerte durante la fase de sentencia, que comenzará el próximo miércoles.
Las autoridades detallaron que Davis, de 37 años, había sido acusado de inyectar aire en las arterias de al menos cuatro pacientes que se habían sometido a una cirugía cardíaca en el Hospital Christus Trinity Mother Frances de Tyler. Los hechos ocurrieron en el 2018.
Las víctimas fueron identificadas como John Lafferty, Ronald Clark, Christopher Greenway y Joseph Kalina, quienes presentaron problemas neurológicos inexplicables y, posterior a las complicaciones, perdieron la vida.
En el juicio, el neumólogo del área de Dallas, William Yarbrough, detalló al jurado que la inyección de aire en el sistema arterial del cerebro provoca graves lesiones y posteriormente la muerte.
En el testimonio del especialista Yarbrough, señaló que se había detectado aire en el sistema arterial de los cerebros de las víctimas tras analizar las imágenes de los escáneres cerebrales; algo que, según dijo, nunca había observado en su experiencia de trabajo en el campo de la medicina.
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