Un nuevo escándalo ha provocado indignación entre los familiares de un grupo de feligreses de la iglesia Cristiana Barea de Barranquilla, Colombia, dirigida por el pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruíz y su esposa Yolanda Roríguez.
Luego de anunciar la llegada del fin del mundo para el 28 de enero, el religioso ha desaparecido llevando consigo dinero que los fieles le entregaron a quienes les hizo creer que debían hacer algunas acciones para “asegurar su entrada en el paraíso”.
Ferrer Ruíz, también catedrático de Literatura, en la Universidad del Atlántico y autor de varios textos académicos, convenció a los fieles para renunciar a sus empleos y vender todas sus propiedades, además de someterlos a un prolongado ayuno.
Algunas personas que se habían confinado en el templo ubicado en el municipio Sabanalarga, departamento del Atlántico para recibir el fin de los días, dijeron el 27 de enero al programa “Al Rojo Vivo” que llevaban 30 días en ayuno.
Aseguraron que le entregaron directamente su dinero al pastor, pero desde el día que les anunció que esperaran el fin del mundo no lo han vuelto a ver.
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Días antes de desaparecer, el religioso también renunció a su cargo como profesor de la Universidad a tiempo completo. “Renuncio a la Universidad del Atlántico porque quiero proseguir al blanco, por ver si logro hacer aquello para lo cual fui hecho, por amor a Cristo Jesús”, dijo mediante una carta enviada a la rectoría de la institución.
Un grupo de al menos 30 personas, entre ellos algunos menores de edad, estaban listos para recibir el fin del mundo el 28 de enero a las 11:59 de la noche, pero nada ocurrió.
Familiares han pedido a las autoridades investigar el caso, en tanto en redes sociales piden al pastor devolver lo que se ha llevado.
Una publicación del periódico La Nación señala además que otros profesores que conocían a Ferrer Ruíz desde hace algunos años habían pedido a las autoridades universitarias no aceptar su renuncia, por el contrario ofrecerle ayuda psicológica; aseguraron que el catedrático y su esposa estaban muy entregados a la religión, pero que recientemente había alcanzado “un nivel de fanatismo inexplicable.
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Oficiales de la Policía de Barranquilla permanecieron custodiando el templo durante la última semana de enero, ante los rumores que pudiera registrarse un suicidio colectivo entre las personas que permanecían en el lugar esperando la hora del fin del mundo.
En el canal de YouTube Berea Films Barranquilla, el pastor publicó un video en el que descartó que se tratara de un suicidio. “Muchos están vituperando, diciendo que nos vamos a suicidar porque decimos que estamos a pocos días para el arrebatamiento”, “los que alientan el suicidio son los apostatas (….) los suicidas se van al infierno”, agregó.
El periódico El Tiempo señala que el pastor no está desaparecido y que se encuentra encerrado en su casa, en Barranquilla, y se niega a recibir a sus fieles y medios de comunicación que los esperan afuera buscando alguna explicación.