Claves finales de las inciertas elecciones presidenciales de Estados Unidos

Hoy, los estadounidenses elegirán a su próximo presidente y a ambas cámaras del Congreso.

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Trabajadores instalan una barricada fuera de la Casa Blanca, previendo disturbios esta noche por los apretados comicios. Foto EDH / AFP

Por Ricardo Avelar

2020-11-02 10:30:28

Llegó el tan ansiado 3 de noviembre, día en que los estadounidenses están convocados a asistir a las urnas y elegir a quien será su presidente por los próximos 4 años, además de llenar las 435 curules de la Cámara de Representantes del Congreso y a un tercio de los 100 senadores. En resumen, el día en que se reconfigura casi por completo el mapa político del país más poderoso del mundo.

Esta elección es, sin lugar a dudas, la más incierta en mucho tiempo. Y no solo por lo cerrado de las encuestas y los posibles resultados: comicios apretados hemos visto en numerosas ocasiones. Sin embargo, la jornada de hoy presenta nuevos retos por la pandemia del COVID-19.

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Esta ha empujado a millones a votar de manera anticipada. Si bien el voto postal o el voto antes del día de elecciones ya existía en el país, el miedo a las aglomeraciones ha llevado a casi 100 millones de estadounidenses a optar por no ir hoy a las urnas, sino anticiparse.

Esto, por su parte, trae complicaciones. Según lo explicó ayer Meena Bose, decana del departamento de Políticas Públicas de la universidad de Hofstra en Nueva York, la complicación principal es que no todos los estados se rigen bajo las mismas reglas a la hora de recibir, procesar y contar los votos anticipados.

Bose explica que 43 estados ofrecen voto anticipado presencial, y 34 tienen modalidad postal. Y no todas las reglas coinciden: hay territorios donde ya se tabulan votos y otros donde aún no hay autorización para contar. Esto puede generar retrasos e impugnaciones que pueden atrasar el proceso electoral.

¿Habrá resultados el mismo día?

Un punto importante a destacar es que el sistema estadounidense no define la presidencia por voto popular, sino por una modalidad indirecta denominada “colegio electoral”.

Bajo este sistema, la elección tiende a decidirse en un puñado de estados conocidos como estados en contienda o “battleground” en inglés. Ahí las diferencias no son tan holgadas entre un partido y otro, por lo que son los prioritarios para los candidatos en cuestión.

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Para ganar, es fundamental buscar agenciarse Florida y Pennsylvania, y en ambos el voto anticipado puede generar problemas, pues no se sabe a ciencia cierta a qué hora habrá resultados. También es importante conquistar Michigan, Wisconsin, Georgia, Arizona, Ohio y Carolina del Norte, territorios cuyos electores fluctúan entre demócratas y republicanos.

Por lo tanto, es posible que Donald Trump o Joe Biden tengan que retrasar su anuncio de victoria, y también es posible que haya tensiones producto de la ansiedad de no saber quién es el ganador.

El mismo embajador Ronald Johnson lo reconoció hace unos días en rueda de prensa el clima polarizado y la incertidumbre, pero destacó que su país tiene una democracia sólida y que “la voz popular prevalecerá”.

Puntos a considerar

1. El COVID-19 cambió las reglas del juego: el temor a las aglomeraciones ha llevado a millones de estadounidenses a votar de forma anticipada. Esto puede generar problemas en estados que no estaban listos para procesar esta cantidad y modalidad de votos y posibles impugnaciones.

2. En vista de que los estados tienen diferentes reglas, los votos ausentes o anticipados se contarán a diferentes horas. Asimismo, es posible que no se conozca al ganador de los comicios hoy mismo, y esto puede generar tensiones, violencia y un temor -infundado- a un posible fraude.

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3. Estas son las elecciones más polarizadas en mucho tiempo. La incendiaria retórica electoral y la incertidumbre que produce la modalidad virtual de voto ha llevado a que miles de negocios en diferentes ciudades coloquen barricadas, previendo una jornada de disturbios y choques en las calles.

4. Además de los factores antes mencionados, en estados donde se definirá la contienda, la diferencia entre Trump y Biden es prácticamente nula y en algunos lugares las preferencias electorales caen en el margen de error. Será muy apretado.

5. Si ningún candidato alcanza los 270 votos en el colegio electoral, la elección se determinará en la Cámara de Representantes. Ahí, el número de delegados se inclina hacia Donald Trump.