Así trabajan los hospitales de California ante la crisis del COVID

California está viviendo los momentos más difíciles desde el inicio de la pandemia. Los hospitales están llenos y faltan manos expertas para atender a los pacientes. Las imágenes muestran cómo es el trabajo del personal de salud en condiciones de sobrecarga extrema en un país del primer mundo.

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La terapeuta respiratorio Worthy Pot atiende a un paciente con COVID-19 en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del Hospital Sharp Grossmont, al este de San Diego. Foto EFE/ ETIENNE LAURENT

Por Agencias

2021-01-24 4:30:31

Existe una comprensible atención en el año 2020 y con ello, una esperanza de dejar atrás el stress con el inicio del nuevo año. Pero desgraciadamente en enero ha continuado con la propagación del COVID-19. El viernes 15 de enero, el hospital Sharp Coronado en San Diego, California, ha experimentado un lleno total de su capacidad en sus unidades de cuidados intensivos, una tendencia parecida a todos los hospitales del condado de San Diego.

Susan Stone, doctora del hospital declaró que “ Nuestra UCI ha estado llena por varias semanas. Hemos tenido que trasladarla hacia el cuarto piso para acomodar a más pacientes.”

Según Stone, el número normal de pacientes en la UCI del hospital Sharp en un día cualquiera sería de tres pero actualmente tienen a 17 pacientes, 14 de los cuales han resultado positivos a COVID-19. Ahora mismo, todos los hospitales de San Diego están saturados de pacientes. “Las ambulancias tiene una rotación”, explica Stone, “y si todos los hospitales las desvían entonces nosotros recibimos a todos los pacientes que entren por nuestra puerta. Todos nos estamos tratando de ayudar mutuamente.”

Lo mismo ocurre en el Hospital Sharp Grossmont, al este de San Diego, California.

Sobre lo que la comunidad puede hacer para ayudar es ayudando a detener la rápida propagación de virus es seguir las mejores prácticas recomendadas durante este nuevo año. “Solamente queremos reiterar que por ahora lo más importante es seguir las órdenes de las autoridades de salud pública”, dijo Stone.

“Portar mascarilla, el distanciamiento social, seguir las buenas prácticas de higiene, evitar congregaciones numerosas y recibir la vacuna cuando puedas”.

El hospital Sharp ha empezado las vacunaciones recientemente en el centro comunitario de la ciudad con 250 pacientes al día.

El elevado ritmo de muertes por la COVID-19 en el condado de Los Ángeles (EE.UU.) ha llevado a las autoridades locales a suspender el límite de cremaciones por día por el “atasco” de cuerpos que hay en los crematorios y hospitales de la ciudad angelina.

“Hay tantas muertes por COVID-19 y la acumulación de cadáveres es tan alta que se han levantado las restricciones de aire en los crematorios (…) Ahora se puede incinerar mucho más, una señal de lo mal que está la situación”, cuenta en una entrevista con Efe el epidemiólogo y representante de la Federación de Científicos Estadounidenses, Eric Feigl-Ding.

La realidad es que más de 4,000 muertes de los 14,000 fallecimientos totales por la COVID-19 en el condado angelino durante la pandemia se han reportado desde el 1 de enero, es decir, en las últimas tres semanas.

La terapeuta respiratoria Jeannette Gillingham atiende a un paciente considerado PUI (Paciente en Investigación) por COVID-19 en la Sala de Emergencias del Hospital Sharp Coronado. Foto EFE/ ETIENNE LAURENT

Más del doble de muertes

Ante esta situación, el Distrito de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur (SCAQMD, en inglés), el ente encargado de controlar la calidad del aire de la región, decidió levantar los límites de cremaciones “para proteger la salud pública y responder a la emergencia actual”.

“La tasa actual de muertes es más del doble que la de los años anteriores a la pandemia, lo que lleva a que los hospitales, las funerarias y los crematorios excedan su capacidad y no puedan procesar los casos atrasados”, justifica el SCAQMD en un comunicado enviado a Efe.

De hecho, la posibilidad de que una persona hospitalizada por la COVID-19 muera en el condado de Los Ángeles se ha duplicado en los últimos meses, según un análisis publicado esta semana por el Departamento de Servicios de Salud del condado.

En concreto, la probabilidad de que alguien fallezca por la enfermedad mientras está hospitalizado aumentó de aproximadamente 1 de cada 8 en septiembre y octubre a aproximadamente 1 de cada 4 desde principios de noviembre, de acuerdo a ese estudio.

Y ese dato ha crecido en las últimas semanas, ya que a principios de noviembre había menos de 20 muertes al día por la COVID-19 en el condado, mientras que en los últimos siete días se han registrado más de 200 fallecimientos diarios, apuntan datos del periódico Los Angeles Times.

Situación crítica

Uno de los principales motivos de la situación que enfrenta ahora Los Ángeles, explica el epidemiólogo Feigl-Ding, es que las hospitalizaciones se encuentran en un punto “crítico” y las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos “están completamente llenas”.

“Las camas son muy difíciles de encontrar en todo el país, pero especialmente en el sur de California, y, especialmente, en Los Ángeles”, destaca el experto.

A nivel nacional, Feigl-Ding considera que EE.UU. se encuentra “en el peor de los escenarios posibles”, con unas 4,000 muertes diarias.

Estados Unidos registra más de 400,000 decesos y 24 millones de contagios, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

La terapeuta respiratoria Ambrosia Martinez (L) y la enfermera Ann Lawani (R) atienden a un paciente COVID-19 en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). Foto EFE/ ETIENNE LAURENT


¿Luz al final del túnel?

El contexto de la pandemia podría mejorar de cara al verano, avanzan las estimaciones de Feigl-Ding, que dice sentirse “esperanzado” que para entonces el suministro de vacunas “esté mucho más disponible, mucho más fácil de obtener”.

Sus proyecciones indican que en la época estival habrán unos 115 millones de personas vacunadas en el país, unos cálculos similares a los del flamante presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que prometió que vacunaría a 100 millones de personas en sus 100 primeros días al frente del país.

“El presidente Biden tiene muchas tareas difíciles por delante para revertir esta pandemia: limitar los viajes internacionales, agregar requisitos de pruebas y cuarentena, lidiar con los retrasos en la vacunación y encontrar formas para movilizarla más rápido”, enumera el experto.

Estados Unidos sigue siendo el país más afectado: con una media de tres muertos por minuto, la nación registró el martes un nuevo récord de fallecidos diarios (4,470).

“Es sin duda el periodo más sombrío de toda mi carrera”, admite Kari McGuire, responsable de la unidad de cuidados paliativos del hospital Santa María de Apple Valley, en California, totalmente saturado.

Los datos recopilados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) mostraron que de 29 millones de dosis de las vacunas Pfizer y Moderna enviadas a los estados federales hasta la fecha, se han administrado 10.2 millones, es decir, alrededor del 3.1 por ciento de la población total de Estados Unidos.