CIDH denuncia maniobra del secretario de la OEA para debilitarla

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un ente adscrito a la OEA y es la figura rectora y vinculante en la defensa de derechos fundamentales en los estados miembros a la organización, su sede está en Washington DC.

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Luis Almagro ha bloqueado el contrato de Paulo Abrao (centro), quien comanda la CIDH. Foto EDH / imagen Twitter

Por Tomás Guevara

2020-08-26 4:30:50

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, denunció este martes con total contundencia la acción del Secretario General de la Organización de Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, de pretender descabezar a esta instancia al negarse a continuar con el proceso de renovación del mandato de su Secretario Ejecutivo, Paulo Abrão.

La CIDH, por unanimidad, dio el visto bueno para continuar bajo el liderazgo de Abrão, y continuar así con el plan estratégico de este organismo adscrito a la OEA, pero independiente del actuar político, según estipula la Carta Interamericana y otros instrumentos creados a lo largo de su historia para dotarla de total autonomía.

Este martes, el organismo encargado de poner cortapisas a los abusos de autoridad por parte de gobiernos de la región, tentados por el autoritarismo, aclaró en un largo comunicado su preocupación ante las acciones tomadas por el secretario Almagro, de no dar seguimiento al proceso que inició a principios de enero de este año para revalidar el mandato del Secretario Ejecutivo para los próximos cuatro años.

El aval para un segundo término del secretario Abrão inició en México durante la sesión realizada por la Comisión en el país azteca entre el 8 y 9 de enero de este año cuando por unanimidad sus siete integrantes por votación la terna, el mismo día 9 de enero lo comunicaron con nota oficial al despacho del secretario, Almagro, conforme lo estipula el artículo 11 inciso 3 del Reglamento de la Comisión para efectos de la contratación administrativa.

“El día 15 de agosto de 2020, último día de la vigencia contractual, el Secretario General de la OEA comunicó a la CIDH, sin consulta previa, su determinación de abstenerse ‘de avanzar en el proceso de nombramiento del Secretario Ejecutivo’ de la CIDH; lo que en la práctica se traduce en una negativa a extender el contrato laboral, trámite requerido para dar continuidad administrativa al mandato del Secretario Ejecutivo. La Comisión anuncia a la comunidad internacional que esa decisión unilateral del Secretario General (Almagro) constituye un franco desconocimiento de su independencia y autonomía, que busca la separación de facto del Secretario Ejecutivo, y dejar sin efectos la decisión de renovación adoptada 8 meses antes por la CIDH”, denunció la Comisión en el comunicado.

También apunta que no deja de llamar la atención a la Comisión que durante este largo período -de enero a agosto- la oficina de Almagro omitió comunicar a la instancia si había cuestionamientos alrededor de la pertinencia de continuar con el proceso de renovación del contrato.

La CIDH aclara que las entre las razones que motivaron la decisión del pleno de dar un segundo mandato a su Secretario Ejecutivo obedece a la necesidad de consolidar el plan estratégico iniciado en 2017 bajo el liderazgo de Paulo Abrão, y la visión de este experto en la modernización de la institución para responder con mayor eficacia a la protección y promoción de derechos humanos en el hemisferio.

Durante el proceso de la pandemia causada por Covid-19, que empezó en marzo de este año en Estados Unidos y se expandió por el continente americano, la CIDH ha sido una vigía permanente para señalar los abusos de poder de algunos gobiernos de la región entre estos el de El Salvador, sobre todo en lo concerniente a acciones de los cuerpos de seguridad del estado contra los ciudadanos con el pretexto de hacer cumplir las ordenanzas de salud para evitar contagios de Covid-19.

Las posiciones de la CIDH y su homóloga la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, liderado por Michelle Bachelet, han estado diametralmente lejos de la tibieza con la que el secretario Luis Almagro, cabeza de la OEA, ha tratado por ejemplo los casos de autoritarismo del presidente salvadoreño Nayib Bukele, y sus ataques contra otros órganos del estado, por mencionar uno.

Almagro ha fijado toda su energía contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, por lo que ha sido criticado por defensores de los valores democráticos, pues la región ha entrado en una senda de populismo, neo autoritarismo, donde el secretario general deja ver que no tiene interés en ver esos otros flancos de cortes dictatoriales, de otros pelajes y en otras latitudes del continente, los que maneja con posturas ambiguas y hasta disidente.

Las primeras reacciones

Las reacciones al caso no se hicieron esperar, uno de sus principales detractores durante el segundo mandato de Almagro ha sido el director de la División de las Américas de Human Rights Watch, Miguel Vivanco, que ante este embate de quitar autonomía y autoridad a la CIDH señaló como un claro abuso de Almagro al objetar el nombramiento del Secretario Ejecutivo de la Comisión cuando esta ya tenía aval del pleno para oficializarlo.

“La decisión de objetar el nombramiento del Secretario Ejecutivo de la CIDH constituye un grave retroceso en la práctica de la OEA y socava la autonomía de la Comisión; fundamenta su decisión en un informe confidencial de la ombudsperson de la OEA sobre presuntas irregularidades ocurridas en la Comisión. Sin embargo, cualquier irregularidad debe ser investigada exhaustivamente siguiendo las garantías del debido proceso”, apuntó Miguel Vivanco, al conocerse el caso.

Desde el mundo diplomático también han empezado a aflorar posturas. La misma tarde del martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina, emitió una enérgica postura donde deja ver que el gobierno argentino mira con preocupación tal acción inconsulta tomada por Luis Almagro en su cargo de secretario de la OEA.

La cancillería argentina, en nombre del país sudamericano, dice que las explicaciones del secretario general de la OEA para no avanzar en el proceso de renovación del mandato del titular de la CIDH, el que tuvo en su despacho desde enero de este año, Almagro con esta acción desconoce la propuesta del pleno de la Comisión facultada en su Artículo 21 del estatuto de conformación y el Artículo 11 de su propio reglamento para tal procedimiento.

“Resulta lamentable que el Secretario General insista en basar sus acciones en sus propias afirmaciones, en este caso con referencias generales a un informe de acceso restringido. Ello denota falta de transparencia y de compromiso de diálogo con la Comisión sobre situaciones que están previstas para su tratamiento por la normativa propia de la Organización. Nuestro país reconoce el rol esencial que cumple la CIDH en la promoción y protección de los derechos humanos de los ciudadanos”, dijo.