Casa Blanca resta importancia a la falta de reunión entre Nayib Bukele y Ricardo Zúñiga

La vocera de la presidencia estadounidense admitió que no fue posible que el enviado de Joe Biden se reuniera con Bukele, pero afirmó que esto no empaña el éxito del viaje del diplomático a El Salvador.

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La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. Foto: AFP

Por Ricardo Avelar

2021-04-09 12:18:56

Esta mañana, en la rueda de prensa diaria que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, sostiene con medios, le preguntaron sobre la visita del enviado de Joe Biden a El Salvador y el impacto que puede tener que el presidente Nayib Bukele no lo recibiera.

Psaki confirmó el dato y afirmó que “tienes razón, el enviado especial Zúñiga estuvo en El Salvador y no se reunió con el presidente”.

Sin embargo, considera que esto no empaña el resto del viaje y las reuniones que el diplomático sostuvo en su breve visita de dos días al país.

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“Él tuvo reuniones productivas con la ministra de Relaciones Exteriores (Alexandra Hill) y otros oficiales de alto rango como el fiscal general, representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA), miembros de la sociedad civil y el sector privado, entre otros”, manifestó la vocera de la Casa Blanca.

En efecto, durante su visita Zúñiga enfatizó en la importancia de la lucha contra la corrupción y el abuso de los recursos del Estado. Esto lo hizo durante reuniones con representantes de organizaciones de sociedad civil que luchan por la transparencia, pero también en encuentros con titulares de instituciones del Estado que controlan el uso de recursos públicos y en un encuentro de alto nivel con el fiscal general y el titular de la CICIES, Ronalth Ochaeta.

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En esta última reunión, Ricardo Zúñiga comprometió un apoyo de $2 millones a la CICIES y manifestó que confían en este modelo de apoyo internacional a la institucionalidad local para poder prevenir, procesar, perseguir y castigar la corrupción. Esto es consistente con el Plan Biden para Centroamérica, que busca reducir la migración irregular por medio de atender sus causas y una de esas es el desvío de fondos del Estado a intereses particulares.

Ante las dudas de si la CICIES es confiable por su cercanía con el Ejecutivo y con una OEA complaciente con Bukele, el enviado de Biden manifestó que cree que hay que seguir apostándole a la independencia financiera y a la autonomía de la institución para que juegue su rol de contener la corrupción.

“Un viaje productivo”
La portavoz de la Casa Blanca considera que la visita de Zúñiga fue productiva. “Estas reuniones, en nuestra opinión, sientan las bases para construir sobre un diálogo bilateral a todos niveles con esa administración y que ya es fuerte. Y continuaremos desde acá”, manifestó Psaki.

Al ser cuestionada sobre la posibilidad de tener un diálogo fuerte sin la presencia del presidente Bukele, ella respondió que no cree que la ausencia del mandatario salvadoreño en la agenda de Zúñiga será un signo de que no estará presente en la relación bilateral.

“Solo no se reunió con Ricardo Zúñiga cuando estuvo en El Salvador en su viaje”, dijo, pero recalcó que la agenda fue productiva y positiva.

Contraste con Guatemala
Pese a que Washington le ha restado importancia a esta reunión, el viaje de Zúñiga a El Salvador contrasta mucho con la visita que hizo a Guatemala los dos días inmediatamente interiores.

Su primer encuentro fue con el presidente Alejandro Giammattei, y se reunió con numerosos miembros del gabinete, algo que él mismo destacó como una señal de buena voluntad en una conferencia de prensa el martes 6 de abril, junto al canciller guatemalteco, Pedro Brolo.

La aparente cordialidad del gobierno guatemalteco luce muy distinta que el silencio del presidente salvadoreño sobre la visita de Zúñiga y la falta de cobertura que el aparato de comunicaciones de la Presidencia hizo de esta visita.
Este silencio coincide con la creciente y sistemática presión que desde Washington se está haciendo a Bukele por su estilo autoritario de gobernar y por los indicios de presunta corrupción en su administración, particularmente durante la contención de los efectos del COVID-19.