Comprar un celular robado le costó la libertad a una joven de 24 años, quien quedó en shock luego que una juez de Pucallpa la condenara a pasar los próximos 9 meses en prisión preventiva, como parte del juicio que se le sigue.
La juez Melina Díaz Acosta ordenó que Nancy Janaina Huayta Sucumbe fue arrestada y posteriormente pasar los próximos meses en una cárcel de esa ciudad, bajo la acusación por el delito de receptación agravada.
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En Perú, dentro del Código Penal se establece en el Artículo 194, que adquirir un teléfono celular robado está estipulado como un crimen y aquella persona que adquiera, reciba en donación, emprenda o guarde, venda y/o negocie con un bien ajeno de procedencia dudosa o tiene origen delictivo, será privada de su libertad por un tiempo no menor ni mayor de cuatro años y con una multa.
El “delito de receptación” tiene grados de gravedad. En el Artículo 195 las personas que cometan este tipo de delito tras haber cometido robo agravado, secuestro o trata de personas, la pena sería hasta de 12 años de cárcel efectiva.
La joven intentó deshacerse del celular a sabiendas que había cometido un delito, lo arrojó, pero tras ser arrestada confesó que adquirió el celular el pasado 5 de noviembre por el precio de 200 soles ($49.74) y aceptó su culpabilidad, hecho que bastó para acabar con su libertad.
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Tras escuchar la resolución de la jueza, la joven rompió en llanto y rogó a la autoridad para no purgar prisión, pero la colocarán en marrocas para dirigirla hasta carceleta del Poder Judicial hasta que se le asigne un penal.
Según Osiptel (regulador de telecomunicaciones), en el Perú se cometen un promedio de 152 robos de teléfonos celulares por hora, hechos que muchas veces acaban con vidas.