De forma inusual inició la campaña electoral Carlos Mayorga, un candidato a diputado federal en uno de los distritos que abarcan a Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, al norte de México.
A la actividad se presentó dentro de un ataúd que estaba siendo cargado por varios hombres y rodeado por "dolientes" y personas afines al Partido Encuentro Solidario (PES) por el que participa en la candidatura a la diputación.
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Al llegar al escenario, lo abrió y, con algo de ayuda, logró salir para expresar sus primeras palabras de la campaña:
“Yo soy Carlos Mayorga. Y soy uno de los un millón y medio de habitantes de esta frontera que ha permanecido muerto por la indiferencia de los partidos políticos”, dijo el candidato haciendo alusión a los altos índices de violencia que se han registrado históricamente en dicha ciudad fronteriza que conecta con la ciudad de El Paso, Texas, Estados Unidos.
Además, al rededor del féretro lo acompañaban hombres vestidos con trajes de bioseguridad contra la Covid-19, para llamar la atención y generar conciencia sobre las 200 mil muertes que ha dejado la pandemia en México, según informa el periódico Excelsior.
Además, según recoge Infobae, el candidato expresó que “desde este féretro honro a quienes han muerto por negligencia gubernamental, a quienes padecieron por políticas y políticos que no les interesa la vida de las personas y el crimen organizado que hace lo que quiere".
El acto de inicio de campaña de Mayorga rápidamente se hizo viral en las redes sociales mexicanas, causando distintas reacciones; la mayoría de ellas negativas, pues muchas personas consideran que el acto es una falta de respeto a la memoria de las personas que han sido asesinadas por el crimen organizado o que han muerto por la Covid-19.
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A pesar de haber sido una acción polémica, lo viral de los hechos ha sido capitalizado por el equipo de campaña del candidato del PES, cuya acción ha tenido difusión en la prensa internacional de Latinoamérica y Europa.
Mayorga, quien es periodista de profesión y se describe a sí mismo como predicador y conferencista evangélico ha basado su campaña en un lema contundente: “Que me entierren vivo si no cumplo”.
