Los tepesianos, cuyo estatus migratorio permaneció en vilo a lo largo de la presidencia de Donald Trump, están viendo una posible luz de esperanza con la iniciativa de ley que el nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, ha enviado al Congreso de su país.
Después de batallas legales para evitar la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) y de intentos del gobierno del expresidente Trump de deshacerse de este programa, el agresivo plan de Biden para inmigración contempla dar a los tepesianos que cumplan ciertos requisitos residencia permanente.
Asimismo, tres años después, estas personas pueden someterse a una serie de exámenes adicionales y controles de seguridad y si demuestran conocimiento del inglés y aspectos cívicos de Estados Unidos, pueden aplicar a la ciudadanía.
Este camino a la ciudadanía también incluye a algunos inmigrantes que realizan trabajos agrícolas y a los “dreamers”, aquellos amparados al programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protegía de deportación a quienes hubiesen llegado como menores. Este programa también estuvo bajo ataque en el gobierno anterior.
Joe Biden anuncia que pasajeros que viajen a Estados Unidos deberán hacer cuarentena a su llegada
Esta iniciativa de ley también contempla expandir este camino a la regularización para otros inmigrantes indocumentados no amparados en los programas antes mencionados. Para los que logren pasar una serie de requerimientos de seguridad, la residencia temporal podría estar disponible en cinco años y la ciudadanía, en ocho años.
Protección a menores
La iniciativa, conocida formalmente como Ley de Ciudadanía Estadounidense 2021, incluye una serie de protecciones para menores solicitantes de asilo.
La primera busca rescatar un programa instaurado en la administración de Barack Obama que permitía a niños aplicar al estatus de refugiados o asilados en Estados Unidos desde sus países de origen, sin tener que hacer el peligroso viaje a Estados Unidos.
En 2017, la administración de Donald Trump dejó de permitir que niños de El Salvador, Guatemala y Honduras pudieran buscar asilo desde sus países.
También se contempla que los menores tengan representación legal cuando expongan sus casos de solicitud de asilo en cortes migratorias de Estados Unidos.
Joe Biden suspende las deportaciones durante 100 días
“Ya no vamos a forzar a que los niños presenten y expongan sus propios casos. Vamos a darles asistencia para hacer eso”, dijo el senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez, quien ha dicho que introducirá la iniciativa de Biden al Congreso.
Este legislador añadió que la iniciativa busca incrementar el entrenamiento de los agentes fronterizos para tratar con niños bajo su custodia.
Bajo la administración Trump, según datos oficiales del servicio migratorio estadounidense, murieron al menos siete menores en custodia de agentes fronterizos y funcionarios admitieron en ese momento que no tenían el entrenamiento o equipo para manejar el alto flujo de familias que llegaban a la frontera sur. También señalaron que muchos menores terminaban su viaje con enfermedades graves.
El proyecto de ley también incluye la contratación de más jueces migratorios para procesar casos de asilos, ofrecer “alternativas humanas” a la detención. Además, los documentos dejarán de usar términos ofensivos (como “alien”, en inglés) para referirse a los indocumentados. Si este proyecto es aceptado, en leyes migratorias subsecuentes se les conocerá como “no ciudadanos”.
Viene una dura lucha política
Si bien la iniciativa plantea soluciones para los migrantes irregulares e indocumentados en EE. UU., el camino a que este proyecto se vuelva ley no está asegurado. De hecho, desde un inicio está enfrentando duras crítica en el bando republicano.
El mismo Menéndez reconoció que no tiene “ninguna ilusión” de que aprobarlo sea fácil, pero destacó que marca el inicio de un proceso de “reparación del daño hecho (a los migrantes) y de reconstrucción de políticas que reflejen los valores de la nación”.
Añadió que este plan “no solo busca arreglar nuestro sistema de migración roto, sino que intenta construir uno mejor que reúna familias y traiga a las comunidades de indocumentados fuera de las sombras y en un camino a la ciudadanía”.
Por su parte, en el ala republicana del Legislativo, las críticas empezaron a llegar. “El plan de amnistía de Biden va a dañar a los trabajadores estadounidenses, llevar a más cruces ilegales de la frontera y golpeará la salud y la seguridad de los estadounidenses”, criticó el senador Tom Cotton, republicano de Arkansas.
Al contemplar residencia permanente para millones de inmigrantes, añade Cotton, “esto permitirá que los demócratas garanticen permisos de trabajo, beneficios sociales y derechos de voto tan rápido como puedan”.
Si esto logra aprobarse con mayoría simple en la Cámara de Representantes, pasará al Senado donde requiere 60 votos. Es decir, al menos 9 republicanos deberán sumarse para que esto se ejecute, algo que, de momento, luce cuesta arriba.