“Empiezo a temblar cada vez que oigo una moto”. Hombre suma 9 años recibiendo pizzas sin haber pedido una

Los repartidores ya han llegado a las 2 de la mañana; Jean Van Landeghem, de 65 años, hasta lo ha denunciado ante la policía local

descripción de la imagen
Foto referencia. Pixabay.com

Por Enrique Carranza

2020-06-09 1:45:43

De todas las especialidades, en masa alta y baja…, muchas veces doraditas

Jean Van Landeghem, de 65 años, ha recibido durante casi una década centenares de pizzas sin que él haya pedido una.

Landeghem vive en Turnhout, provincia de Amberes en Flandes, Bélgica,  y relató a medios locales el curioso hecho, también comento que su salud mental ya lo reciente.

“Todo comenzó hace nueve años, de repente, un repartidor me entregó un montón de pizzas. El caso es que yo no había pedido nada”, sostuvo Jean , en conversación con al diario Het Laatste Nieuws.

Al principio, pensó que era error en la dirección, pero una vez consultó con el restaurante en cuestión, se dio cuenta que era la correcta. Lo que es peor, a partir de ese momento, Jean reconoce que comenzó a recibir pizzas y todo tipo de comida que no había pedido. Así, durante casi una década.

Te puede interesar: El insólito caso de una niña que nació con una segunda boca, dos lenguas y dientes extra

“Llegan a todas horas, da igual que sea entre semana o fines de semana. Los pedidos provienen de una app, Turnhout (para comida a domicilio), pero también de los comercios de la zona. Ha habido veces que me han entregado pizzas a las 2 de la madrugada”, continuó Jean.

Además, recordó la vez, a comienzos de 2019, que se juntaron al menos 10 repartidores en su casa; uno de ellos, cargando 14 pizzas.

Jean  siente temor al escuchar motos cerca de su casa

Quizás sea una broma, aunque ya ha pasado bastante tiempo desde su inicio, lo cierto es que la salud de Jean lo ha comenzado a resentir.

Te puede interesar: ¡Existen! Captan a un coyote en plena persecución de correcaminos en Arizona

Él ha desarrollado una fobia a las pizzas, y asegura que desde hace una década no ha pedido ninguna a domicilio, ni piensa hacerlo.

Es más, asegura  está atemorizado, porque no puede hacer nada salvo rechazar los pedidos.

“Ya no puedo dormir. Empiezo a temblar cada vez que oigo una moto en la calle. Me entra un no sé qué y tengo miedo de que sea alguien que viene a entregarme pizzas otra vez”, sostiene.