Las imágenes de la explosión han dado rápidamente la vuelta al mundo. La impactante onda expansiva, los vídeos que terminan en el colapso de quien sea que esté grabando, la columna de humo que se erige sobre el mediterráneo y las víctimas humanas están siendo el tema principal del día en prácticamente todo el globo.
Pero debemos recordar que esta catástrofe no ocurre en el vacío y, lastimosamente, eso la vuelve aún peor y más desastrosa.
El Líbano no ha estado exento de los embates del COVID-19. De hecho, el 27 de julio y a raíz de una segunda ola de casos, se volvió a imponer un nuevo cierre parcial de la economía, con lo que muchos negocios podrían quebrar, además de los que lo hicieron en el primer cierre. Solo la industria del turismo ha visto una baja de 18,000 empleos de acuerdo a un reporte de Al Jazeera.
VIDEO: Momento de impresionante explosión en el puerto de Beirut que generó enorme onda expansiva
Además de esto, la explosión coincide con una catástrofe económica. La libra, moneda local, ha perdido cerca del 85% de su valor con respecto al dólar, la clase media está colapsando y los precios se están disparando. La cadena regional Gulf News habla, por ejemplo, de cómo un kilo (2 libras) de carne roja pasó de $9 a $42 en poco menos de un año.
Esta crisis, además de acusaciones de corrupción y despilfarro de recursos públicos llevó a la renuncia del ministro de Exteriores el lunes, a pocas horas de la explosión, dando un duro golpe político al gobierno de Hassan Diab, acusado por socios de gran peso como Francia de ser muy pasivo ante los problemas de su país.
Por si fuera poco, esta explosión ha dañado importantes reservas de granos y una terminal de embarque de alimentos básicos ubicados en el puerto de Beirut, uno de los más concurridos de todo el Mediterráneo y que ha ganado relevancia debido al cierre de fronteras terrestres por inestabilidad como la guerra en Siria.
“Es una catástrofe”. Más de 70 muertos y 3,700 heridos en explosiones en puerto de Beirut
Este puerto, duramente afectado por el siniestro de este martes, almacena 85% de las reservas de cereales y granos básicos de acuerdo a indicadores oficiales. Datos de la oficina de Aduanas del país muestran que el 68.52% del comercio del país se mueve en esta infraestructura. En 2017, $7,400 millones de dólares en importaciones ingresaron por este lugar, seguido de lejos por el aeropuerto principal con un 20%. Es decir, este puerto es el corazón comercial de un país que está pasando tiempos muy difíciles.
En resumen, la pérdida de vidas y la destrucción son, claramente, catástrofes en sí mismas. Pero, desafortunadamente, en este caso no llegaron solas. Se inscriben en el peor momento posible, cuando el país tiene que volver a cerrarse, con una pérdida de confianza política a la baja y que ahora tiene al principal motor de la economía parcialmente destruido.
Las impactantes imágenes de la masiva explosión en un almacén de Beirut