Los llantos entre las pilas de escombros han permitido el hallazgo de un segundo recién nacido que se encontraba en el interior de un edificio en la ciudad de Hatay, uno de los puntos más devastados por el terremoto en Turquía.
En horas de la madrugada mientras el frío calaba con mayor intensidad los rescatistas se percataron del llanto de un bebé.
Según las autoridades el menor habría permanecido al menos 50 horas bajo los escombros de un edificio que colapsó. Las autoridades trasladaron al menor de forma inmediata a un hospital cercano que se encuentra atendiendo a los sobrevivientes.
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Personal de rescate detallaron que el primer bebé encontrado fue gracias a los miembros de una familia que se habían sumado a los trabajos de búsqueda, quienes pudieron detectar los llantos de la menor en los escombros de una casa al norte de Siria, el pasado lunes.
Un familiar detalló que la menor es la única sobreviviente de su familia inmediata, todos los que se encontraban en la casa murieron durante el terremoto de 7,8 que arrasó con la ciudad de Jindaris, zona actualmente controlada por rebeldes.
“Oímos una voz mientras cavábamos”, declaró Khalil al-Suwadi para AFP el martes. “Limpiamos el polvo y encontramos al bebé con el cordón umbilical (intacto), así que lo cortamos y mi primo la llevó al hospital”.
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A través de redes sociales se hizo viral el rescate, debido a que las imágenes muestran la desesperación con la que un hombre corre sosteniendo en brazos a la menor que han sacado de los escombros del edificio de cuatro plantas.
Mientras el bebé era enviado a un hospital en Afrin el resto de personas se dedicaron a recuperar los cuerpos de el padre, la madre, cuatro hermanos y una mujer que fue identificada como tía.