Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, habría amenazado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que liberara a su hermano, Ovidio Guzmán López, cuando fuerzas de seguridad lo detuvieron la semana anterior en la ciudad de Culiacán.
“Vas a ver, te voy a calentar todos los estados, loco, chingaron a su madre”, se escucha al inicio del audio, “Bájale de lanza, ya apaguen esto, por favor. Tú, carnal, por favorno quieren (sic) arreglar. Ya mandaron información para México”, agrega el hombre, que se está comunicando a través de un radio, y a la vez es grabado en un supuesto audio de WhatsApp. La voz se refiere a la capital del país, donde vive y despacha López Obrador.
“Incluso van a ir todos… Boludo que se queda hay que tumbarlo. Aparte, eso es aparte… Boludo que se levante, hay que bajarlo a la verga, boludo que se levante hay que tumbarlo”, se escucha en una de las comunicaciones.
Los audios han sido difundidos en redes sociales por medios y periodistas mexicanos.
Circulan audios donde se oye miembros del cártel de #Sinaloa (se presume es Iván Archivaldo Guzmán) amenazando con “calentar las plazas” de no liberar a Ovidio.
¿Qué opinan? pic.twitter.com/E5Vl2gog2O
— Antonio Nieto (@siete_letras) October 21, 2019
Iván Archivaldo es el nombre del hijo del ‘Chapo’ Guzmán, un hombre de 35 años que es producto de su tercera esposa, Alejandrina Salazar.
Es parte de las cabezas del Cártel de Sinaloa.
En Estados Unidos es acusado de lavado de dinero como resultado del tráfico de drogas y está en la mira de las autoridades por presuntamente introducir cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana al país.
Mientras, Ovidio Guzmán, otro hijo del ‘Chapo’ Guzmán, pero de menor perfil que Archivaldo, fue detenido y liberado en Culiacán, Sinaloa, el jueves de la semana anterior.
La detención dio paso a sendos disturbios en las calles de esa ciudad; tras la liberación el Gobierno calificó la operación como fallida.
Fue el tercer tiroteo en menos de una semana entre las fuerzas de seguridad y miembros del crimen organizado, lo cual ha hecho cuestionarse a algunos sobre si en realidad funciona la estrategia del presidente López Obrador de evitar el uso de la fuerza y dedicar su atención a temas sociales.