Lucifer es el apodo de Marcos Paulo da Silva, un preso brasileño que es considerado un asesino en serie. Lo peculiar de este caso es que da Silva fue encarcelado por un robo menor en 1995, pero dentro del sistema penitenciario empezó a matar a sus compañeros de celda y ahora ya suma 48 asesinatos.
Tenía 18 años cuando fue condenado, ya lleva 25 años y en este periodo ha cometido crímenes despiadados, según una publicación del portal UOL.
Lucifer ha sido diagnosticado con psicosis, en repetidas ocasiones ha hecho público su orgullo por haber matado a esas personas puesto que consideraba que eran sus enemigas.
? Podrías leer: El asesino serial que soñaba con violar y matar a mujeres desde los 7 años
Según la Secretaría Estatal de Administración Penitenciaria de Sao Paulo, da Silva fue condenado a 217 años y tres meses de prisión por haber cometido seis homicidios en la cárcel y todavía está a la espera de recibir una sentencia por ordenar la muerte de otros dos presos en 2015.
En 2019 Lucifer fundó la hermandad Resgate do Bonde Cerol Fininho, una agrupación criminal creada en el corazón del sistema penitenciario de Sao Paulo que se encarga de asesinar integrantes del grupo Primer Comando de la Capital (PCC), considerada una de la asociaciones delictivas más grande de Sudamérica.
El objetivo principal es tener el control de un centro penitenciario sólo para la organización, caracterizada por una peculiar forma para proceder con los asesinatos: decapitar a la víctima, arrancarles las víceras, escribir con la sangre del asesinado el nombre de Cerol Fininho en las paredes. Estas reglas fueron impuestas por el mismo da Silva.
Hay otra que destaca de entre todas: “acabar con los tiranos que usan sus fuerzas para oprimir a los más débiles, especialmente a PCC, TCC, ADA y SS”. Y el lema es: “lealtad, justicia, guerra y muerte”.
Marcos Paulo da Silva recibió el apodo de Lucifer porque tiene un tatuaje con la frase “Lucifer es mi protector” y en su cuerpo hay otras imágenes como tridentes, demonios, calaveras y una esvástica nazi.
Antes de tener su propia organización criminal, Lucifer formó parte del PCC, pero dejó la estructura criminal en 2008 porque consideraba que esta tuvo mayor interés por el lucro y no en defender a la población carcelaria.
?Podrías leer: El macabro caso de “Ken”, el violador en serie que asesinaba a sus víctimas con ayuda de su esposa
Cuando confesó sus 48 asesinatos dijo: “Fui usado por el PCC para exterminar presos. Pero no me arrepiento de matar a aquellas personas, porque era una lucha justa. Había muchos violadores y ladrones que robaban dentro de la prisión”.
“Cuando él llega a una cárcel, es cuestión de tiempo para que comience a matar y cometer actos de barbarie contra los demás presos. Necesita tratamiento urgente”, comentó un custodio del centro penitenciario Presidente Venceslau al medio de comunicación brasileño.
El reo es considerado como una persona de “alta peligrosidad”, pero no por una enfermedad mental sino por un trastorno de personalidad antisocial. En septiembre de 2011, por ejemplo, mató a cinco reos en la penitenciaría de Serra Azul, en Sao Paulo, y mientras cometía este acto gritaba: “¡Cómo me gusta esto, quiero matar más presos!”.
Silva ha pasado por diversas cárceles a lo largo de los años. En enero de 2018 fue enviado a Catanduvas, en donde se mutiló varias veces zonas como los brazos, las piernas y el vientre. Ahí fue diagnosticado con trastorno de personalidad, psicosis y se determinó que requiere un tratamiento especializado; sin embargo, los centros penitenciarios no cuentan con los recursos necesarios. En julio de este año volvió a la cárcel Presidente Venceslau.
VIDEO: Thug Behram, un prolífero asesino que estranguló a 931 personas