Cyril, el joven con cara de ángel que asesinó a sus padres a sangre fría y buscó triunfar en un reality show

Tenía 15 años cuando acribilló a sus padres. Diez años después participó en un programa de televisión, y a pesar de no contar con antecedentes penales, la teleaudiencia lo reconoció y pidió su expulsión.

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Tenía 15 años el día que acribilló a sus padres, 10 años después participó en un programa, la audiencia lo reconoció y lo expulsaron junto a su novia. Foto Captura de pantalla criminalia.es

Por N. Hernández

2020-12-02 9:06:11

Cyril Jaquet Merino, aquel frío monstruo adolescente que había acribillado a sus padres, el lunes 1 de agosto de 1994, luego de haber discutido con ellos por enésima vez pensó que todos había olvidado su cara de ángel, los ojos verdes y perfectos rulos que lo caracterizaban. Diez años después de haber cometido la barbarie pensó que nadie lo recordaría y consideró la opción de participar en un programa de televisión. No dejaría pasar la oportunidad de su vida: saltar a la fama viajando por todo el mundo con un programa de televisión.

Su sueño casi se hace realidad, protagonizó un reality show con su novia Cyril Jaquet Merino, pero los habitantes de un pequeño pueblo español de Benijófar, al sur de Alicante, lo recordaban bastante bien.

¿Por qué el joven de cara angelical mató a sus padres? Era adolescente y no le gustaban los límites que ellos le imponía, el día de los asesinatos habían discutido por los horarios de las salidas. Ese mismo día los esperó en su casa, primero llegó su madre, Isabel Merino de 35 años, consiga Infobae.

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Ella llegó cerca del medio día, se disponía a subir a su habitación para descansar y justo cuando iba subiendo las gradas recibió dos disparos que impactaron en el cuello. Cayó por las escaleras y recibió una bala definitiva en la cabeza. Su hijo Cyril, el de los ojos verdes y de angelicales bucles, le había disparado, inmutable, tres veces. Con perfecta puntería. Dejó a su madre impúdicamente despatarrada. Y se dispuso a esperar a papá.

Después de cuatro horas llegó Oliver Jaquet, de 45 años, quizás no tuvo tiempo de ver el cuerpo de su esposa tirado en el piso porque sólo pasó de la puerta y Cyril descargó una ráfaga de siete balazos de una pistola semiautomática calibre 7.56. El último tiro se lo dio en la cabeza.

Después revolvió la casa, simulando un robo. Tomó las alhajas de su madre, se llevó otros objetos de valor de la casa y desarmó la pistola. Se subió a su bicicleta y tiró lo que lo comprometía bien lejos. Pretendía que el crimen de sus padres pareciera un robo violento.

Ahora tiene dos hijos y vive viajando por el mundo. Foto Captura de pantalla criminalia.es

Siguió su recorrido nueve kilómetros más hasta la casa de sus abuelos en la urbanización de Ciudad Quesada, pasaría la noche ahí. A sus abuelos no les sorprendió la repentina visita porque él solía visitarlos.

Cyril volvió a su casa y comenzó con la actuación que tenía ensayada. Salió corriendo de su hogar, simulando estar despavorido, para avisarle a los vecinos que les habían entrado a robar y que los ladrones habían matado a sus padres.

Cuando la policía llegó al lugar se encontró con el violento escenario: dos muertos, diez balazos y un hijo adolescente en aparente estado de conmoción.

Apenas conocida la noticia, la opinión pública se solidarizó con el joven y con su desgracia. Esa solidaridad se transformaría rápidamente en incredulidad y, luego, en espanto.

Las sospechas de las autoridades 

La serena actitud del joven en el entierro de sus padres despertó las primeras sospechas de los investigadores, percibieron demasiada tranquilidad para el drama por el que estaba atravesando. La angustia no se deja ver en su casa, no lloraba, hasta llegó a sonreír y bromear para sorpresa de todos.

Antonio Torrado, el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, razonó: “Ningún ladrón espera en el lugar de los hechos cuatro horas para consumar un crimen así”.

Para las autoridades no parecía un robo, pues la cerradura no estaba forzada, las joyas no tenían mucho valor y ningún vecino había escuchado ladras a los dos perros que tenía la familia.

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Cuando llegaron los análisis de la autopsia, él ya estaba en la lista de sospechosos. Según las autoridades, el perpetuador de los hechos conocía muy bien la casa y gozaba de plena confianza de la familia.

Llegado el momento del interrogatorio, los investigadores dijeron que habían encontrado rastros en la escena, y sabían que el homicida era alto y muy joven. Sin más que decir, Cyril empezó hablar con la misma serenidad que había conservado desde el principio: “Fui yo (…). Los maté porque me regañaban y me pegaban (…) Sí, he disparado contra mis padres”, dijo ante la Policía y su abuelo.

El 12 de agosto de 1994 fue detenido y, poco después, condenado a pasar tres años en un centro de menores de Godella, en la comunidad valenciana, hasta cumplir la mayoría de edad. Durante ese tiempo, participó en programas educativos y se comportó de manera ejemplar. Cuando salió de su reclusión, fue recibido por sus abuelos paternos.

La nueva vida

Un par de años después, Cyril comenzó una nueva vida en la ciudad de Palma, en la isla de Mallorca. En el número 35 de la calle Valldargent, vivió más de siete años. Un lugar ideal para comenzar con su nueva vida porque así como dicta la Ley del Menor española, no habían registros de sus antecedentes.

Ciryl nació en Suiza en 1979. Cuando tenía cinco años, en 1984, su familia se mudó a vivir a España. Oliver Jaquet era de nacionalidad suiza; Isabel, era española. Se instalaron con su pequeño hijo en Benijófar, Alicante.

Después de haberlos matado y su corta reclusión, se instaló en Palma de Mallorca. Tenía dinero y una buena educación, encontró trabajo como auxiliar de vuelo en la línea aérea Air Europa. Era simpático, tenía muy buena presencia y hablaba el francés tan bien como el español. La compañía lo tuvo varios años empleado y lo ascendió a sobrecargo. Volaba a Francia y a Suiza.

Tiempo después comenzó a trabajar en Air Medrid, allí conoció a su novia Paola Alberdi con quien se fue a vivir. él de 29 y ella de 24 años.

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Ella lo impulsó a participar en un reality show donde se seleccionarían a 15 parejas que viajarían por distintos puntos del planeta haciendo todo tipo de pruebas.

El estudio psicológico mostró que el apuesto y amable joven no tenía tendencia violenta

El programa

Cuando salió al aire el programa y vieron a Cyril posando en fotos, disfrutando de viajes y vehículos, las personas rápido se dieron cuenta que ese joven de 29 años había asesinado a sus padres cuando a penas tenía 15 años. Los productores del programa dijeron que no sabían nada del asunto y obligaron a la pareja a regresar para explicarlo todo. Ellos se encontraban grabando en Venesia.

Los productores expulsaron a la pareja del programa, pero la imagen fue tan negativa que tiempo después tuvo que salir del aire.

Tysha Odile, una amiga de Cyril que se enteró por el escándalo del pasado criminal de su amigo sostuvo, por el contrario, que la gente lo estaba “destruyendo” y desafió: “¿Qué sentido tiene hablar siempre de reinserción cuando después no le damos una segunda oportunidad a las personas?”.

Cyril en una entrevista dijo: “Yo no pienso aclarar nada, no pienso dar más pie a la bola de nieve. Mi pasado es mi pasado y está enterrado para mí. Yo pensaba que esto podría salir a la luz por parte de algún indeseable. Yo me quiero muchísimo a mí mismo (…) y estoy muy contento con mi vida (…) que se den cuenta del daño que han hecho. Hemos sido luchadores, hemos demostrado honradez, nobleza, amor, compañerismo y que se den cuenta de que la gente cambia…”.

Una vida llena de lujos

A pesar del escándalo y las críticas la pareja siguió junta y cumplió su sueño de viajar por el mundo, esto se sabe porque Paola es fanática de las redes sociales y publica la vida que llevan junto a su familia, claro a su Instagram no sube fotos de su esposo. Cyril no tiene redes sociales y en la web no hay información actualizada.

La pareja tuvo dos hijos. El 4 de noviembre de 2014, nació Tristán, un pequeño rubio de pelo lacio y ojos claros, que hoy tiene 5 años. El 17 de julio de 2016, llegó a la familia su hija Bimba, que acaba de cumplir cuatro años y cuyos rubios rulos recuerdan a aquellas fotos de su padre joven en tiempos menos felices. Entre las amigas de Paola, en las redes, se encuentra la famosa periodista española Sara Carbonero, mujer del exfutbolista Iker Casillas.

Según Infobae, la familia ha pasado la cuarentena en el resort cinco estrellas de Rayavadee Krabi, en Tailandia.

Ella, que postea sin parar fotos cuidadas y bellísimas con sus hijos, se cuida muy bien de no subir a su glamoroso Instagram ninguna con Cyril. Solo se lo puede ver a medias en un posteo, del 31 de enero de 2017, acompañando a su beba Bimba que lleva puestos unos auriculares: sus labios y su mentón son inconfundibles.