Las autoridades del condado de Los Ángeles exigieron este martes una investigación independiente sobre la muerte a tiros de un joven salvadoreño por parte de oficiales del sheriff. También el sheriff ordenó además que los resultados de la autopsia se mantuvieran bajo sigilo por seguridad y porque el Departamento del Sheriff.
La jefa de información del Departamento del Examinador Médico Forense de Los Ángeles Sarah Ardalani dijo que por eso no puede revelar la causa de muerte, según el periódico La Opinión. La decisión ha generando protesta de la familia, quienes aseguran que le dispararon por la espalda.
“Siento como que estoy muerta por dentro”, dijo Elisa Guardado, madre del joven, al canal Univisión.
Andrés Guardado, de 18 años, murió a causa de seis o siete disparos el jueves pasado en la ciudad de Gardena, que pertenece al condado, desatando protestas contra el racismo y la brutalidad policial que alimentan el movimiento que impulsó la muerte de George Floyd.
La Junta de Supervisores, un cuerpo colegiado que gobierna el condado, aprobó de manera unánime el pedido de una “investigación robusta e independiente para garantizar que se descubra la verdad y se haga justicia”.