"Fue una escena terrible y dantesca", dijo Fernanda Muñoz sobre lo que vio cuando entró al apartamento de su padre y lo encontró sobre el piso del dormitorio, con dos cuchillos de cocina clavados en la espalda y varios cortes por todo el cuerpo. Su nombre era Adrián Enrique Muñoz y tenía 74 años de edad.
El caso, ocurrido en el barrio de Núñez, de la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, ha conmocionado a todo el país, sobre todo por la forma en que ocurrieron los hechos, y por la forma de operar de las dos sospechosas.
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Según reporta el periódico El Clarín, las presuntas asesinas de Adrián son dos jóvenes de 20 años, identificadas como Rocío Barreto Vera y Ariana Belén Domínguez, ambas capturadas por las autoridades argentinas.
Los medios locales y las investigaciones apuntan a que la autora intelectual del hecho es Rocío Barreto, quien fingió tener interés en el hombre para, una vez ganada su confianza, robarle y asesinarlo con la ayuda de Ariana Belén.
El día de los hechos, ocurridos el lunes 10 de mayo, se le vio a Adrián ingresar a su apartamento con la compañía de ambas mujeres, según las versiones que dieron los vecinos de la víctima, misma a quien ya no se le vio desde esa noche.
Cuando ya no respondía las llamadas ni daba señales de vida fue que su hija Fernanda se acercó a la vivienda e ingresó. Como pudo, hizo el esfuerzo y llamó a los agentes policiales.
Tras diversas investigaciones, se logró determinar que ambas jóvenes habían extraído dinero en efectivo y algunas posesiones del apartamento de Adrián, mismo que había quedado revuelto y en total desorden.
Con el análisis de distintas cámaras de seguridad, se logró confirmar la identidad de ambas luego de que su recorrido, tras el hecho, fuera trazado e identificado en las imágenes captadas por la cámara de un establecimiento.
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Luego de varios días de búsqueda, la policía argentina logró atrapar a Rocío el día domingo y a Ariana la noche de ayer martes 18 de mayo. Según las autoridades, esta última es de nacionalidad paraguaya.
Según los familiares de la víctima, Adrián había quedado viudo desde hace ocho años, cuando murió su esposa y madre de sus dos hijos, uno de los cuales afirmó que las ahora detenidas "son asesinas perversas" y que esperan que enfrenten a la justicia por su crimen.
Las jóvenes han recibido el calificativo de "viudas negras" debido a que su modus operandi consiste en atraer a personas mayores, sobre todo hombres, para engañarlos, robarles y, posteriormente, asesinarlos. Las investigaciones presumen que se dedican a la prostitución.