Un automovilista embistió este viernes una barricada de seguridad en el Congreso de Estados Unidos y atropelló a dos agentes, uno de los cuales murió al igual que el atacante, confirmó Yogananda Pittman, jefa interina de la Policía del Capitolio.
El incidente se produjo a las 13H02 (17H02 GMT) cuando el sospechoso atropelló a los dos agentes que custodiaban la barrera norte del Capitolio, indicó la jefa policial en conferencia de prensa.
El sujeto salió del vehículo con un cuchillo en la mano y no respondió a las advertencias verbales que le hicieron los agentes presentes en el lugar, tras lo cual los policías le dispararon.
"La Policía del Capitolio de EE.UU. ha respondido a una zona de acceso norte en la Avenida Independencia por informaciones de que alguien embistió con su vehículo a dos agentes. El sospechoso está en custodia. Ambos agentes están heridos. Los tres han sido transportados al hospital", dijo preliminarmente la policía del Congreso en un mensaje en Twitter.
Pero Pittman en conferencia de prensa confirmó: "Uno de nuestros agentes sucumbió a sus heridas", sin identificar al agente fallecido.
Mientras, el atacante, del que no se han dado detalles, murió en un hospital de Washington.
Tras el violento hecho, la sede del Congreso fue blindada y está bajo alerta máxima, tres meses después de la violenta toma del Capitolio por seguidores del expresidente Donald Trump.
Las autoridades indicaron que este nuevo ataque contra el Capitolio no parece un acto de "terrorismo".
Minutos antes del suceso, las autoridades habían enviado un mensaje a las oficinas de los congresistas en el que se alertaba de "una amenaza de seguridad externa".
Sin embargo, las imágenes de televisión mostraron a un coche azul que se había estrellado contra la barrera de seguridad de unas de las calles que lleva al Congreso de Estados Unidos. También mostraron a dos personas en camillas, que parecían ser los oficiales heridos.
Después del incidente de este viernes, el Capitolio y los edificios adyacentes fueron cerrados. De todas formas el Congreso estaba en receso por Semana Santa, por lo que había menos personal en el lugar.
El Capitolio de EE.UU. se encuentra fuertemente blindado desde el asalto ocurrido el pasado 6 de enero por una turba de seguidores del expresidente Donald Trump, que dejó cinco muertos, aunque hace dos semanas se habían retirado parcialmente algunos de las vallas de seguridad.