La premio Nobel Malala Yousafzai ha mostrado preocupación tras el retorno al poder de los talibanes en Afganistán. En una columna publicada por The New York Times, la activista de 24 años, señala que teme por sus hermanas afganas para quienes "el futuro que les prometieron está cerca de desaparecer".
Añade que tras el control del los talibanes, las mujeres y niñas están ante el peligro que de que se les impida su derecho a la educación, señala que ya se han escuchado reportes de mujeres que han sido rechazadas en la universidad y trabajadoras expulsadas de sus oficinas, pese a que los talibanes han señalado que no les reprimirán tales derechos.
Yousafzai ha llamado a "los poderes regionales" a ayudar de manera activa a proteger a las mujeres y a las niñas.
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"Los países vecinos —China, Irán, Pakistán, Tayikistán y Turkmenistán— deben abrir sus puertas a los civiles que huyen", agrega señalando que esto no solo salvaría vidas si no también ayudará a "estabilizar la región".
La activista habla además sobre acuerdos específicos que deben establecer los talibanes, al hablar de que las niñas podrán asistir a la escuela, pues defensores de derechos humanos dentro del país asiático con quienes ha hablado temen que esta se limite únicamente a la educación en religión.
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El pasado lunes, Yousafzai, que sobrevivió en 2012 a disparos de los talibanes por defender la educación de las mujeres, alertó que Afganistán está en medio de una "crisis humanitaria".
"No podemos ver a un país retrocediendo décadas o siglos", dijo en una entrevista con la cadena británica BBC.
Malala tenía 15 años cuando un talibán le disparó en la cabeza mientras regresaba a su casa en un autobús escolar, ella desafió a los fundamentalistas y a escondidas asistía a la escuela.
"Los talibanes intentaron matarme por alzar la voz sobre mi derecho a ir a la escuela", escribió en la publicación del New York Times.
Malala fue tratada de sus heridas en el Reino Unido, donde se asentó y ha estudiado una carrera en la Universidad de Oxford.