Acosador de niña argentina de diez años: “Si no me mandás una foto voy a matar a tu mamá”

La madre de la pequeña descubrió que desconocidos le escribían a Whatsapp, la acosaban y pedían fotografías de ella. Además de integrarla en un grupo donde recibía material pornográfico.

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Foto de referencia Pixabay

Por N. Hernández / Agencias

2020-08-30 4:30:51

Sofía, nombre ficticio, es madre de dos niñas, una de 16 y otra de 10 años. Un día pidió a su pequeña que le prestara el celular para revisar la tarea, pero la niña le respondió: “No te voy a dar mi celular” y se encerró en su habitación sin obedecer a su madre.

A Sofía le sorprendió la actitud de la niña, pues no había actuado así antes. Al ver la negativa solicitó la ayuda de su hija mayor: “Como no había forma de convencerla para que me diera la clave de su teléfono mi hija mayor, de 16 años, habló con ella y me trajo el celular desbloqueado mientras su hermana lloraba desconsoladamente”, contó a INFOBAE.

La madre quedó atónita cuando encontró los chats de Whatsapp de su hija y descubrió que mantenía conversaciones con personas desconocidas, perfiles que no tenían fotos y que por los códigos de área identificó que eran de Uruguay, Córdoba y Buenos Aires.

Entre los contactos había un perfil guardado como Cristina, la niña contó a su madre que era un amigo, pero que no lo conocía.

“Me contó que era su amigo nuevo y al momento me di cuenta que la situación era muy grave. Estoy convencida de que es un adulto que se hace pasar por un nene de 12 años”, dijo Sofía.

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En la conversación descubrió que él envió un video con una recopilación de fotos que la niña había usado de perfil de Whatsapp. “Era algo inocente y Olivia me dijo que estaba contenta porque su amigo había hecho eso con sus fotos”, dijo.

Cuando Sofía preguntó a su hijo quién era Cristina y de dónde, ella respondió que vivía en Uruguay y que se lo había presentado una amiga llamada Kiara, quien tampoco era una persona conocida o de su entorno.

“No es del colegio ni del barrio. Era otro de los teléfonos que apareció en su chat sin foto de perfil. Ella me juró que Kiara es buena y que Cristian nunca le pidió nada raro pero yo no le creo porque cuando empieza a hablar del tema se pone nerviosa y se larga a llorar”, narró la madre.

Sofía descubrió que en otra conversación un pedófilo se hacía pasar por un menor de edad y le llamaba “gordita”, además de acosarla sexualmente: “Si vos no me mandás una foto desnuda voy a tener que matar a tu mamá”. La niña asegura que nunca accedió a la petición.

La madre dice estar segura que su hija le oculta el verdadero contenido de la conversación porque hay algunos mensajes que están borrados y no da muchas explicaciones sobre su “amigo” o las otras conversaciones.

“Me pidió que la llevara a la casa de su abuela. Ahí se tranquilizó y se soltó un poco más. Me contó que la habían agregado a un grupo de Whatsapp llamado ‘manden fotitos’ y que sus integrantes mandaban fotos y video cochinos. Eran de gente grande desnuda tocándose y masturbándose”, comentó.

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Sobre este grupo, la  niña confesó que sólo permaneció dos días porque no soportó el material que enviaban: “Me dijo que no lo pudo soportar porque recibía ese material pornográfico todo el día, todo el tiempo. Y que cuando abandonó el grupo, varias personas empezaron a escribirle por privado para preguntarle los motivos de su decisión y tratar de persuadirla para que volviera”.

Sofía desconoce cómo su hija terminó siendo integrante del grupo porque cuando pregunta la pequeña se contradice en sus explicaciones. Ella denunció el caso el miércoles 26 y espera que las autoridades resuelvan el caso.

La niña tenía dos meses de tener celular, su hermana se lo dio cuando cambió el de ella. Sofía aceptó que la niña usara el teléfono para estar comunicada con ella y para estar pendiente de las tareas ahora que recibe clases en línea.

“No la dejo tener redes sociales, lo que menos me iba a imaginar es que podía pasar esto por Whatsapp. Accedí porque es una aplicación más privada, solo tiene el contacto de sus amigos y encima la utiliza para estudiar ahora que no va al colegio”, explicó.

Aseguró que el teléfono lo dejó en la Fiscalía y eso le impidió entregar las tareas de una semana. Tampoco alcanzó hacer capturas de pantalla de las conversaciones. A Sofía le preocupa que su hija no le haya contado a nadie lo que le estaba pasando y la intranquilidad que la pequeña siente en su casa.

“Mi conclusión es que éste Cristian la fue endulzando para en algún momento encontrarse. Yo le pregunté si él le dijo que la quería conocer pero ella me respondió que no. Igual no le creo porque la actitud de que no quiere estar en nuestro departamento y sólo quiere estar en la casa de mi mamá significa algo que tengo que averiguar. Para mí ella le contó donde vivimos y por eso tiene miedo. Y cuando le dije si quería que nos mudáramos a otro lugar y alquiláramos otro departamento para que ella se sintiera más segura me respondió que sí”, concluyó.