María Guadalupe despertó de manera abrupta la noche del 17 de febrero cuando escuchó que su bebé lloraba. La revisó y vio que tenía sangre en el cuello, pensó que una rata la había mordido. Los roedores son frecuentes en la casa de láminas y cartón.
La bebé, de siete meses, fue llevada al Hospital General de Milpa Alta, México, ahí lavaron la herida, colocaron una gasa y minutos después fue entregada a sus padres.
Al regresar a la casa la pequeña presentó un cuadro de temperatura, sus padres creyeron que lo mejor era regresar al hospital, pero de ahí fue trasladada al Hospital Pediátrico de Legaria para ser atendida en terapia intensiva.
El martes, tras dos días de agonía, los médicos informaron a los padres que la pequeña tenía una bala alojada en el cuello y tenía daños en la médula. A pesar de estar estable y la atención brindada, la pequeña murió esa misma noche, según publicación de Infobae.
María Guadalupe explicó que en su colonia los fines de semana algunos vecinos acostumbran a ingerir bebidas embriagantes o drogas y luego hacían disparos al aire.