Revati Bordawekar, de 30 años, padece vaginismo, esta es una afección que provoca que los músculos vaginales se contraigan involuntariamente antes del coito.
La joven, nacida en Ahmednagar en India, se dio cuenta de su problema cuando era adolescente. Ella intentó ponerse un tampón, pero su mano empezó a temblar y los músculos vaginales se contrajeron sin que ella pudiera hacer nada para evitarlo.
Por años ella no dijo nada, pero la infección no le impidió casarse con su esposo actual a los 25 años. Hasta entonces le contó por qué no podía tener sexo, y a pesar que juntos intentaron de múltiples formas conseguirlo no lograron nada.
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Decidieron visitar un especialista, ahí fue sedada y le practicaron algunas pruebas, el diagnóstico fue vaginismo, caracterizado por la contracción involuntaria de los músculos vaginales al momento del coito. Según los especialistas en la mayor parte de casos, la causa es psicológica y puede deberse a algún trauma de la infancia que causa ese temor a las relaciones sexuales.
Revati fue operada, le removieron el himen a través de una intervención quirúrgica y trataron de dilatarla, pero tampoco se logró resolver el problema.
“Estábamos desesperados porque queríamos ser padres. Busqué en grupo de apoyo de vaginismo formas alternativas de quedar embarazada”, contó la joven.
El tratamiento que les ayudó a cumplir su deseo fue la fecundación in vitro, después de un intento fallido.
Sin embargo, a medida que el embarazo avanzaba y se acercaba el nacimiento, a ella le preocupaba la forma de dar a luz. Decidió que quería un parto natural y después de 48 horas logró dar a luz a su hija Eva el pasado 9 de febrero.
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“Pensé en lo mal que me sentía cada vez que no pude disfrutar de algo tan natural para la mayoría. Era mi única posibilidad de experimentar el milagro del parto natural. Así que estaba lista para pujar”, dijo la madre primeriza.
Ahora ella está confiada que podrá tener relaciones con su esposo.
“Siempre me digo a mí misma que si pude sacar a un bebé de 2,7 kilos y una cabeza de 33 centímetros de circunferencia, fácilmente puedo aceptar un pene adentro mío”, afirmó.