La trágica historia de una guatemalteca que perdió 50 familiares en la erupción del volcán de Fuego

Hasta el momento, solo ha encontrado 38 cadáveres. Autoridades gubernamentales no le han brindado ayuda para encontrar los restos que faltan.

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Captura de pantalla video de Soy503

Por N. Hernández / Agencias

2019-02-28 11:08:51

Eufemia García ha vivido 270 días llenos de angustia, tristeza, humillaciones. Ella ha dedicado las últimas 6,480 horas de su vida a la búsqueda de sus familiares, quienes quedaron entre las cenizas y escombros de la erupción del Volcán de Fuego, en Guatemala.

Eufemia perdió a 50 de sus familiares el 3 de junio del año pasado, los únicos que sobrevivieron a la tragedia fue ella, su pareja sentimental y uno de sus hijos. Hasta la fecha, solo ha encontrado los cadáveres de 32 de sus seres queridos, según publicación de Soy502.

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“Perdí a mi mamá, a mis hijos, nietos y sobrinos… todos (…) Logramos rescatar a 38, sus cuerpos todavía estaban enteros. Nadie del Gobierno nos ayudó, yo con mis propias manos y con el apoyo de algunas almas caritativas de otros países se logró el rescate de los restos”, dijo al medio guatemalteco.

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La familia de Eufemia vivía en San Miguel Los Lotes, conocido como Zona Cero porque fue de las áreas más afectadas por la erupción del volcán Fuego. El lugar ahora parece un pueblo fantasma, lo único que está en pie es una casita hecha de láminas, ahí vive Eufemia y su familia.

Después de la erupción estuvo unos días en un albergue, pero asegura que los sacaron de ahí. Sin tener adonde ir la única opción que tenían era dormir en las bancas de un parque y concentrar todos sus esfuerzos en buscar a sus familiares.

Maltratos y humillaciones 

Durante los primeros diez días, las autoridades llevaron maquinaria para remover los escombros y rescatar los restos de las personas que quedaron soterradas ahí, pero después le negaron la ayuda de la maquinaria gratuita. Sin embargo, ella no dejó de trabajar día y noche en la remoción de escombros, su caso fue conocido a nivel internacional y la desesperación por encontrar a sus familiares la llevó a recibir ayuda internacional, con el dinero que recibía, empezó a contratar maquinaria privada.

“Pagábamos 1,250 quetzales ($1,250) por día a las máquinas, encontráramos o no restos de nuestra familia. Yo iba juntando todo lo que recibía y cuando tenía lo suficiente, contrataba a la máquina”, contó.

Casa provisional donde vive Eufemia. Foto Jesús Alfonso/Soy502

Junto a la máquina, con palas e incluso con sus propias manos, ella escarbar en los lugares donde alguna vez estuvieron las casas de sus familiares. Sin embargo, la ayuda dejó de llegar, contratar la maquinaria era imposible, entonces empezó a vender comida y ahorrar el dinero; cuando tenía la cantidad suficiente la volví a contratar.

Eufemia solicitó ayuda Jimmi Morales, presidente de Guatemala, y al gobernador de Escuintla, Guillermo Domínguez. Ellos aseguraron que le iban ayudar, pero la ayuda nunca llegó.

“Me trataban de loca porque yo les decía que me dejaran seguir buscando. El gobernador de Escuintla me dijo que me fuera, porque ya mis familiares eran huesitos, que no iba a encontrar nada. Yo lo maltraté… ¡¿Cómo me dice eso?!”, manifestó.

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Además, después de los enfrentamiento que tuvo con el gobernador y la ayuda que exigía al gobierno, no fue incluida en el censo de damnificados para recibir ayuda.

“Me sacaron del albergue y allí fue donde censaron. Y como maltraté al gobernador y al alcalde (de Escuintla, Abraham Rivera Estévez), entonces ya no me dieron nada. ¿Qué me quedaba? Yo perdí todo, lo único que tenía era este terrenito que compré de años de trabajar como comerciante”, contó.

Eufemia, sigue luchando día a día por encontrar los restos de sus familiares, también pide que le den un “terrenito” para hacer su casa de láminas. En la actualidad, su casa improvisada está sobre el techo de la estructura donde vivía antes, conciliar el sueño le es casi imposible porque los coyotes irrumpen el silencio de la noche.