Alex Skeel es un joven británico de 19 años, durante cinco años fue víctima de abuso doméstico masculino y su expareja se ha convertido en la primera mujer en el Reino Unido en ser condenada por el delito de abuso doméstico contra un hombre.
El episodio de violencia que más recuerda y sufrió fue cuando su novia, identificada como Jordan Worth, lo bañó con agua hirviendo causándole graves quemaduras en todo su cuerpo.
“Todavía puedo ver esa primera gota de agua cayendo sobre mi piel. Todo sucedió en cámara lenta. Me escoció la piel. El dolor no se parecía a nada que hubiera experimentado antes. Le supliqué que me dejara meterme en un baño lleno de agua fría, era lo único en lo que podía pensar que detuviera la quemazón”, contó Alex a la BBC.
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Aseguró que la relación empezó cuando tenían 16 años, en un principio todo era normal y su novia “era linda” con él, pero la violencia empezó con detalles a los que no prestó atención como las criticas de su peinado o impedir que usara determinado color de ropa.
“Le tenía mucho miedo”, confesó a la BBC.
Asegura que recién empezada la relación ella lo obligó a alejarse de su familia y amigos, lo aisló por completo e incluso era quien administraba su perfil de Facebook. Después de la violencia verbal y psicológica empezó el maltrato físico.
“Empezó con ella durmiendo con una botella de vidrio. Me acusaba de estar hablando o de mandarme mensajes con otras chicas, algo absolutamente falso. Esperaba a que me quedara dormido y entonces me golpeaba con la botella en la cabeza y me decía: ‘¿en qué estás pensando?'”, relató.
Alex aseguró que se acostumbró tanto al dolor que después los golpes le daban igual, cuando Jordan se dio cuenta entonces empezó a usar un martillo, luego usó cualquier objeto que encontrara cerca e incluso intentó cortarle las venas de la muñeca con un cuchillo.
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“Y después de eso, llegó el agua hirviendo. Llegué a tener quemaduras de tercer grado. Cada vez que me acostumbraba al dolor, ella subía de nivel. Tras el agua hirviendo, estaba la muerte. Tenía pánico a lo que Jordan podía hacer, pero creía que si decía algo, acabaría matándome”, dijo el joven.
Otra de las causas por las que no intentó denunciar a su expareja era porque tenían dos niños y temía que les fuera hacer daño a ellos.
Incapaz de denunciar
En repetidas ocasiones, los vecino llamaron a la policía por los gritos que escuchaban en la casa, pero cuando los agentes llegaban ambos fingían que todo estaba bien. Alex se sentía incapaz de denunciar el maltrato del que era víctima.
Cuando las lesiones lo hacían ir al hospital él inventaba algún golpe, una caída o cualquier otra excusa. Jordan usaba su maquillaje para cubrirle las lesiones.