La sorprendente historia de una mujer que tenía 32 años cuando se durmió y despertó de 15

Ella recuerda que despertó en una habitación desconocida, su rostro y su voz habían cambiado, ya no eran los de la adolescente de 15 años.

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Foto EDH/ Twitter @NaomiJacobs1

Por N. Hernández / Agencias

2018-09-27 6:30:52

Naomi Jacobs no olvidará la mañana de un jueves de abril de 2008, ella despertó en una casa desconocida, (en Manchester, Reino Unido) no estaba en su cama y no recocía la pijama que tenía puesta. Ella tenía 15 años, pero su cuerpo y voz era de una mujer 32.

“Primero pensé que estaba soñando; se convirtió en una pesadilla cuando vi mi cara. Encontré un espejo bajo el lavado y me miré”, asegura que después de ver su reflejó gritó horrorizada y el tono de su voz también la sorprendió cuando dijo:

“¡No! ¡Ay, Dios mío, Dios mío, Dios mío … estoy … ¡estoy vieja!”

Cuando Naomi se acostó la noche anterior tenía 32 años y los recuerdos de  toda una vida, pero al despertar las memorias de los últimos 17 años habían desaparecido como si ella nunca los hubiese vivido.

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Recuerda el pánico que sintió ese día, todo era confuso, no entendía la tecnología de la actualidad y según ella estaba viviendo en 1992. Creía que Nelson Mandela seguía encarcelado, que Saddam Hussein dominaba Irak y que la princesa Diana lucía tan espléndida como siempre, según publicación de Tiempo Digital.

Para ella no existía internet, iPods, iPads ni la telefonía celular. Le sorprendía que Barack Obama fuera candidato a la presidencia por Estados Unidos y que estuviera seguro que ganaría, para ella, todo parecía un sueño extraño.

La chica olvidada

“Durante el período que sufrí de amnesia, la yo adolescente estaba a cargo. La adulta era una extraña que había construido una vida que me era muy ajena”.

Naomi Jacobs,

Sin embargo, con el transcurso de las horas fue descubriendo que no era un sueño y esa era la realidad, una realidad completamente desconocida para ella.

“Yo pensaba que tenía 15 años. Todos mis sentidos, todas mis emociones eran las de una chica de 15 años de edad. Y creía que era 1992”, dijo.

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Pero eso no fue todo, Naomi olvidó completamente que tenía un hijo de 10 años, ¿qué haría una adolescente de 15 años con hijo solo 5 años menor que ella?

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“El recuerdo de haber tenido a mi hijo se había perdido en la amnesia, pero supe la primera vez que lo vi que sin dudas era mío. Era innegable, se parecía tanto a mí”, escribió Naomi.

El darse cuenta que tenía un hijo la preocupó porque la hizo entender que tenía la responsabilidad de cuidar de un niño y que su situación podría ser permanente”.

Aseguró que al verlo saliendo del portón de la escuela, trató de fingir que nada pasaba y de actuar como creía que actuaba una madre de 32 años.

La chica olvidada

“Me acuerdo que lo primero que vi fueron las cortinas y no las reconocí y luego todo en el cuarto… el armario, la cama en la que estaba acostada… miré mi cuerpo y tenía una pijama puesta que nunca había visto. Todo era ajeno”.

Naomi Jacobs,

“Durante las primeras 24 horas, en realidad no podía comprender el hecho de que tenía un hijo, aunque me dijeron que sí, y lo vi y me maravilló. Estaba anonadada viendo esa versión en miniatura de mí saliendo de un salón de clase, con una enorme sonrisa, y lo único que pude hacer fue quedarme mirándolo”, recuerda.

Reproches de una adolescente a su yo adulta 

Naomi no entendía la vida de adulta que llevaba, al sentirse una adolescente de 15 años, ella mantenía sus ilusiones. Quería ser periodista o escritora, quería conocer el mundo, quería tener una casa grande, pero su realidad era sumamente diferente porque se dio cuenta que era una madre sola, desempleada y vivía de subsidios del Estado que le servían para comer y pagar vivienda.

“Era muy crítica con mi yo adulta, no entendía cómo había terminado así. Era, en parte, devastador y confuso. No quería estar en esa situación. No quería estar en esa casa. No quería estar en esa vida”, dijo en una entrevista a la BBC.

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En esos momentos, sentía que la adolescente despreciaba a la adulta, “la yo adolescente estaba a cargo. La adulta era una extraña que había construido una vida que me era muy ajena”, explicó.

Ella sentía la necesidad de saber qué había pasado con sus sueños y por qué llevaba una vida tan deprimente. En ese momento, su hermana y una amiga le recordaron que ella escribía diarios y que en alguna parte de la casa debían estar. Seguramente ahí encontraría las respuestas que tanto necesitaba.

Así fue como después de una exhaustiva búsqueda por toda la casa, debajo de su cama encontró una caja de cartón repleta con los libros que había escrito durante los últimos 20 años.

“Decidí que iba a descubrir cómo recuperar mis recuerdos. Y lo primero que tenía que averiguar era qué había llevado a que esto sucediera; cómo había terminado en esta situación”.

Un nebuloso pasado 

“Febrero de 2006: no me acuerdo qué fecha es, creo que 5 o 6, pero a quién le importa. Estoy cansada, harta, drogada, miserable. Quiero llorar por todo y por nada, pero sobre todo por el hecho de que estoy atascada.

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Ya me cansé de esta vida. Estoy comiendo como si se hubiera a acabar la comida; incluso drogarme me está exasperando solo porque no sé si lo estoy o no.

Estoy atrasadísima con mi trabajo de la Uni. y para colmo, ¡me diagnosticaron un trastorno bipolar! ¿Será resultado del amor de mi madre?”, se lee en una de las páginas de uno de sus diarios.

Fue ahí cuando descubrió que desde hace años tenía problemas de adicción. Además, justo antes de olvidar los últimos 17 años de su vida había tenido una crisis porque estaba consumiendo cocaína.

“Fue mortificante. Nunca imaginé como adolescente que esa sería mi vida. Estaba devastada. No podía creer que así era como había elegido lidiar con la realidad”.

Descubrió que el abuso de las drogas la habían llevado a perder su casa y un negocio que tenía, pero eso no fueron todos los secretos que los diarios de 20 años revelaron.

 

 

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También descubrió que cuando tenía 6 años fue abusada sexualmente y ese recuerdo lo enterró en su memoria hasta la edad de 25 años cuando de la nada, recordó todo.

Asegura que hasta ese momento empezó a entender a la Naomi adulta y la vida que había llevado.

La chica olvidada

“Yo pensaba que tenía 15 años. Todos mis sentidos, todas mis emociones eran las de una chica de 15 años de edad. Y creía que era 1992“.

Naomi Jacobs,

“16 de septiembre de 2005. Ahora entiendo por qué nunca me ha gustado usar rosa. Llevaba un vestido rosa cuando ocurrió el asalto sexual. Asocio el rosa con vulnerabilidad. El flashback fue horrible, fue como experimentarlo todo, pero si no lo hubiera tenido, no le entendería ahora”, dijo Naomi.

¿Por qué volver a los 15 años? 

En esta etapa de su vida, ella vivió con mucho estrés y situaciones que cambiaron por completo su forma de pensar y las decisiones que tomó en su vida.

“Hubo mucho estrés. Mi unidad familiar se había derrumbado. Mi padrastro se había ido. Mi relación con mi madre se fracturó”, explicó ella.

Justo en esa época, empezó a distanciarse de su madre, quien era alcohólica. Todo empezó con una discusión “bastante agresiva” donde su madre terminó bebiendo y ella tratando de suicidarse.

 

Recién perdidos los recuerdos, ella buscó ayuda médica. Visitó un psiquiatra que no creyó ni la más mínima palabra cuando le dijo que había olvidado 17 años de su vida.

Pero un día, escuchó una canción y a su mente vino un recuerdo de ella con un vestido de maternidad bailando en un club. Le contó a su hermana y ella le confirmó que así había pasado. Después de eso, los recuerdos fueron llegando poco a poco, una canción, un aroma u objeto le hacía recordar pequeños fragmentos de su vida.

Tres meses después, cuando despertó se volvió a sentir rara y descubrió que todos sus recuerdos estaban intactos. Dejó de sentirse una adolescente de 15 años y volvió a ser la mujer de 32 años. Ya no estaba en 1992, sino en 2008.

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Tres años después tuvo un diagnóstico, ella se dio cuenta que sufrió de una trastorno llamado amnesia disociativa, esta variable no es muy frecuente y es causada por un estado grave de estrés. No es un tipo de amnesia fisiológica porque no es causada por un golpe en la cabeza, sino por un aspecto psicológico.

“4 de julio de 20013. Querida Naomi adolescente. Sé que no te he escrito en casi 4 años, pero quería escribir ahora para decirte que lo entiendo, entiendo todo.

La vida ha cambiado para mejor … ¡Imagínate! Por primera vez en mi vida invité a mamá y a papá a mi casa y el día de Navidad, con Leo, cenamos juntos.

La chica olvidada

"Estoy cansada, harta, drogada y miserable. Quiero llorar por todo y nada, pero sobre todo por el hecho de que estoy atascada. Ya me cansé de esta vida".

Naomi Jacobs,

(…) Hoy leí que cuando los japoneses rompen un objeto precioso no lo tiran; no lo vuelven a armar, llenan las gritas con oro y lo ven como más hermosos de lo que originalmente era. Ahora entiendo lo que intentabas decirme cuando despertaste en mi futuro. Que soy el oro.

Gracias, te quiere siempre, Naomi adulta”.

Naomi ha escrito un libro en el que cuenta toda su experiencia, cómo se sintió y qué siente ahora. El libro es titulado Forgotten Girl, La chica olvidada.