Angela Hernández, una joven estadounidense de 23 años, que cayó en su auto desde una altura de 60 metros al mar y fue encontrada con vida una semana después de que denunciaran su desaparición, se ha convertido en un verdadero milagro de vida.
Aunque la joven advierte que no recuerda mucho sobre el accidente, en su cuenta de Facebook publicó un relato y fotografías del suceso.
“La semana pasada ha sido diferente a todo lo que he experimentado en toda mi vida”, escribió la joven el pasado domingo.
De acuerdo con texto compartido el perfil, ella conducía el 6 de julio hacia Portland, al sur de California, Estados Unidos, en su Jeep Patriot, cuando un animal se le atravesó en el camino. Al esquivarlo perdió el control del vehículo y cayó al agua.
“Lo único que realmente recuerdo después de eso fue despertar”. “Todavía estaba en mi automóvil y podía sentir el agua subir por mis rodillas. Me dolía la cabeza y cuando la toqué, encontré sangre en mis manos”, escribió.
“Me quité el cinturón de seguridad y encontré una herramienta múltiple que tenía cerca de mi asiento delantero, empecé a golpear la ventana del lado del conductor con ella. Cada hueso de mi cuerpo me dolía”, agrega.
Foto Facebook/ Angela Hernández
Una vez que se rompió la ventana, dijo, saltó al agua y nadó hasta llegar a la orilla y se quedó dormida, no sabe cuánto tiempo.
Lo primero que asomó a la mente de Hernández al recuperar el conocimiento fue su hermana Isabel, y empezó a gritar su nombre.
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Según continúa narrando en la red social, al despertar aún era de día y le dolía todo el cuerpo. Arriba los autos pasaban, y ella no podía creer que sus gritos pidiendo ayuda fueran incapaces de llegar a oídos de alguno de los que pasaban por el lugar desde donde cayó.
Los siguientes días fueron sin duda una pesadilla.
La joven detalló que no tenía zapatos, solo calcetines que se habían llenado de agujeros y jeans que estaban rotos,estaba quemada por el sol, hambrienta y deshidratada.
Ante estas adversidades, sobrevivió usando una manguera de su automóvil para tomar el agua que goteaba del musgo en las rocas.
Arriba, las autoridades buscaban a Hernández, que había sido reportada como desaparecida, por la noche, ella dormía, y soñaba con ser rescatada. Ella dijo que incluso “imaginó el rostro de la persona que finalmente me encontraría”.
Foto Facebook/ Angela Hernández
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El aparatoso accidente ocurrió en la ciudad de Shenzhen ubicada en la provincia de Guangdong en China.
Pero serían dos caras: Chad y Chelsea Moore. Los excursionistas exploraban un lugar para pescar el pasado viernes cuando vieron el parachoques del auto.
La pareja caminó por la playa, recogiendo objetos que se habían caído del auto de Hernández, y fue entonces cuando la encontraron escondida entres las rocas.
“Angela estaba allí en las rocas”, dijo Chad Moore a la estación policial, según recopila la cadena de noticias BBC.
“Pero ella estaba feliz al mismo tiempo. Estaba feliz de vernos”, enfatiza.
Hernández recuerda que cuando vio a la pareja, primero pensó que era simplemente otro sueño.
“Grité, HEEELLLPPPPP!. Y luego me levanté tan rápido como pude y corrí hacia ellos”, sostuvo en Facebook.
Foto Facebook/ Angela Hernández
Posteriormente, ella fue transportada a un hospital cercano y tratada por sus heridas.
Más tarde los médicos diagnosticaron que la estadounidense había sufrido una hemorragia cerebral, se había fracturado cuatro costillas y su clavícula, y que tenía un pulmón colapsado y vasos sanguíneos rotos en ambos ojos, entre otras lesiones.